Manuel Jesús Ortiz Toribio, Lolo (Huelva, 22 de agosto de 1984), regresó el domingo en el estadio Carlos Belmonte, en el duelo ante el Albacete, a vestirse de corto después de dos meses de baja por lesión. Saltó al campo, en el minuto 77, por Pelayo. Nada menos que ocho partidos llevaba el capitán franjiverde apartado de los terrenos de juego, después de que su concurso en el arranque liguero resultara fundamental. Fue el que le dio el equilibrio al grupo, cuando mejor fútbol se puso sobre el tapete.

¿Cómo está después de pisar un césped tras dos meses de duro trabajo en la sombra?

Triste por la derrota, máxime cuando tuvimos el partido en nuestra mano. De nuevo, por detalles, en una jugada aislada nos hicieron un gol que ya no pudimos remontar. Abandoné el campo con la sensación de que no le damos importancia a cada punto, y tenemos que hacerlo ya si queremos ser un equipo competitivo.

¿Por qué el equipo pierde un encuentro que tenía de cara cuando expulsan a jugador rival en el minuto 56?

No supimos leer e interpretar el partido. Cuando nos quedamos con un hombre más, que es lo que queríamos, porque lo habíamos hablado en el descanso al comprobar que ellos llevaban muchas tarjetas, no supimos jugar como lo habíamos estudiado. Pensamos, que si eso ocurría, había que en entrar rápidos por bandas, realizando cambios de orientaciones para meter balones al área. No fuimos capaces de hacerlo y, encima, nos metieron el gol. Concedimos tres saques de banda en la jugada del gol, nos llevaron hasta el banderín de córner y, a partir de ahí, nos hicieron la jugada del 1-0 que nos mató.

¿Le faltó valentía al Elche para ir a por el partido?

Se trata de saber lo que hay que hacer en el campo, no de valentía. La idea no era otra que la de crear superioridad por banda, lo intentamos, metimos seis o siete balones en el área, pero no encontramos rematador. Por contra, ellos tuvieron una, y se fue para adentro. Intentamos primero desgastar al rival, aunque con mucha lentitud y pases muy previsibles, sobre todo atrás. El tiempo pasaba y cuando nos dimos cuenta nos pusimos a buscar a nuestros laterales más profundos para que realizaran centros. No encontramos rematadores y tampoco estuvimos preparados para frenar alguna de sus contras como la que provocó el gol.

Otro pequeño detalle que cuesta caro al equipo...

Tenemos que saber que en esta categoría los detalles son claves y por unos motivos o por otros se nos están escapando puntos importantes, Hay que darse cuenta de que cada balón parado, cada detalle, puede darnos la victoria, pero también llevarnos a la derrota como ocurrió en Albacete. La concentración debe ser máxima durante los 90 minutos de juego, en todos los encuentros.

¿Cómo se sale de esta situación?

A base de trabajo. No cabe lamentarse, hay que animarse todos y levantarse de esta derrota lo antes posible. El grupo está unido y hay que seguir demostrándolo día tras día. Todo el mundo debe ponerse las pilas para el partido del sábado ante el Tenerife. No va a ser fácil y una victoria sería importantísima para nosotros.

¿Qué se siente al ver que la zona de descenso se encuentra a tan solo tres puntos?

Miramos al Tenerife y no a la clasificación. Ese debe ser nuestro objetivo y con esa intención hay que salir el sábado. Esos tres puntos nos darían mucha vida y mirar el futuro de otra manera.

Vaya disgusto se llevaron los más de 500 seguidores franjiverdes que acudieron el domingo al Carlos Belmonte...

Estamos fastidiados por la gente que nos acompañó en la grada. Tenemos una afición ejemplar, está con nosotros en casa y fuera, y desafortunadamente no le pudimos brindar una victoria, ni siquiera un empate y toca mirar al próximo partido.

¿Está preparado para jugar el sábado como titular en el centro de la defensa, con la baja por sanción de Armando y la lesión de Hugo Álvarez?

El entrenador es el encargado de poner a cada uno en su sitio. Las bajas son importantes, pero hay que ponerse el mono de trabajo. Somos una plantilla competitiva y amplia y tenemos que demostrarlo. Unos salen y otros entran y al que le toque jugar deberá darlo todo.