Rubén Baraja, técnico del Elche, mandó un mensaje a sus jugadores, tras el partido del pasado sábado ante el Alavés (0-1), afirmando que les había faltado personalidad para superar el estilo de juego que planteó el equipo de Bordalás. A su juicio, les faltó aparecer mucho más, tal como se había trabajado durante la semana. «Les lancé un guante y creo que el equipo lo ha entendido. Tenemos que ser fieles a lo que nos da resultado. Quiero que los futbolistas crezcan alrededor del balón, que quieran tener la pelota, ser protagonistas y muy competitivos», apuntaba ayer el preparador castellano en vísperas del duelo en Albacete.

Al preparador castellano le duele que su equipo tenga que ir a remolque en el marcador, algo que se ha producido en siete de las últimas ocho jornadas. «Las diferencias son mínimas en la categoría y cuando te hacen un gol en contra cuesta mucho más. Me gustaría tener la suerte de pegar nosotros primero, por lo que la idea es salir a por el partido porque ese gol te da mucha tranquilidad», explica.

Baraja lamenta la lesión de su defensa Hugo Álvarez, que se perderá los próximos compromisos del equipo, y se alegró, por contra, de poder recuperar al centrocampista Lolo tras ocho partidos ausente por una lesión muscular. «Es un jugador importante y veremos cómo está», dijo el preparador.

Entiende el técnico castellano que el partido de mañana, domingo, en el estadio Carlos Belmonte «va a ser complicado» porque a su juicio «el conjunto manchego «es un equipo difícil, que juega bien, propone un buen fútbol y que tiene menos puntos de los que merece. Además, en su casa puede dominarte y ser dueño del partido».

Baraja considera que hay que tener paciencia «para encontrar tu momento y tu partido. Te pueden dominar y manejar el juego y hay que ser pacientes para aprovechar nuestra oportunidad».

Balance del primer tercio

Rubén Baraja destaca como el principal logro durante el primer tercio de la Liga que su equipo haya logrado que en el entorno se vuelva a hablar de fútbol y se olviden los temas extradeportivos como sucedió al final de la pasada campaña y todo el verano. «Las notas se ponen al final del año, pero tal y como pintaba esto lo más importante es que en Elche se habla de fútbol. Estábamos todos cansados de temas extradeportivos y se vuelve a hablar de fútbol, de la pasión y de la afición», explicó el técnico.

«Que se debata de fútbol y que el Elche esté vivo. Eso es lo que interesaba porque al final se olvidaba lo importante», aseguró en relación a todos los problemas extradeportivos que ha vivido la entidad en los últimos meses y que desembocaron, entre otras cosas, en su descenso administrativo a Segunda.

El entrenador franjiverde agradeció el ambiente relajado que acompaña al equipo esta temporada más allá de los resultados deportivos, ya que considera que el entorno del club entendió que «éste era un año difícil».

En esa línea, afirma que «hay que tener paciencia porque tendremos momentos complicados y hay que saber llevarlos, porque si no estaremos frustrados, y de ahí vienen las dudas y las decisiones equivocadas», explicó Rubén Baraja antes de indicar que el gran objetivo de la temporada es «estabilizar al Elche». La permanencia en Segunda División es el objetivo principal del grupo y, luego, al final de Liga, ya habrá momentos para pensar en otras cosas si el equipo está en la parte alta de la tabla clasificatoria.

Finalmente, el entrenador franjiverde se mostró feliz por el desplazamiento de medio millar de aficionados a Albacete, ya que indicó que sentir a sus seguidores animando desde la grada es algo que da «energía» a su equipo. Considera que es un orgullo para toda la plantilla ver a los seguidores empujando.