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La ejecución de Vilaseca

La historia negra del Elche tiene anotada una eliminatoria decisiva ante el Leganés de la temporada 92-93 con una actuación arbitral que resultó determinante para frustrar el ascenso a Segunda

La ejecución de Vilaseca

Mañana llega al Martínez Valero el Leganés, un equipo que ocupa un lugar en la historia negra del Eclhe por una eliminatoria de ascenso a Segunda A, disputada al final de la campaña 1992-1993, en la que los madrileños lograron el salto a la categoría de plata contra todo pronóstico. Xerez y Elche eran los llamados a luchar por aquel premio, ante Leganés y Palencia, pero al final fueron los «pepineros» los elegidos con el beneplácito de un colegiado catalán llamado Vilaseca Arroyo.

El 19 de junio de 1993 sigue siendo recordado como un día amargo para el entorno franjiverde y para la mayoría de los jugadores que actuaron en el aquel Elche-Leganés, un partido que jamás borrarán de su mente. Incluso, hay futbolistas, como el meta Miguel Recio, que tras aquel choque decidió «colgar los guantes» y abandonar la práctica del fútbol.

Todos ellos se jugaban el ascenso a Segunda División, después de hacer una campaña extraordinaria, y se empató a un gol. Ya en tierras madrileñas, se perdió 3-0 y se esfumó un sueño que estaba al alcance.

Aquella noche, en un Martínez Valero con más de 13.000 aficionados en la grada, Villa adelantó a los franjiverdes en el minuto 36, tras un pase de Capón. Antes, el colegiado catalán Vilaseca Arroyo pasó por alto una mano en el área del equipo «pepinero» y anuló a Adolfo un gol legal. «Todavía no me explico los motivos por los que no subió al marcador», reconocía ayer el propio Adolfo Soto. Además, para colmo de males, en el minuto 97, Antonio empataba para los visitantes con varios jugadores en fuera de juego. «Aquel empate nos mató porque hicimos muchos méritos para ganar, tuvimos todo de cara, jugamos a un gran nivel, mucho mejor que ellos, pero lo del árbitro fue un auténtico robo», recuerda Lico antes de asumir que «aquel encuentro me dejó un sabor muy amargo y muy tocado. Jamás olvidaré aquella injusticia que cambió en gran parte mi vida».

El entonces técnico franjiverde señala que «encima le enseñaron una cartulina amarilla a Pepe Mejías, nuestro principal hombre, que no pudo jugar en la vuelta». Lico insiste en la idea de que «de haber ganado aquel partido el ascenso hubiera sido nuestro y me duele que Luis Ángel Duque, que era el entrenador del Leganés, todavía vaya fanfarroneando por ahí diciendo que nos superaron porque fueron mucho mejores y todas esas tonterías que confesó entonces y sigue repitiendo. No le he oído hablar nada del árbitro. Es un chulo».

Marcelino García Toral, actual entrenador del Villarreal, todavía tiene en el recuerdo aquella tarde en Leganés «donde no paraba de llorar cuando nos quedamos sin el ascenso. El palo fue muy grande». A su juicio, «en la ida sólo hubo un equipo en el campo, fuimos muy superiores, pero el árbitro se encargó de arruinar todas nuestras ilusiones. Ganando el partido en casa el empate nos valía, pero no pudo ser. Sentimos todos impotencia y rabia al ver que nos quitaban algo de la mano de esa manera».

El entonces jugador franjiverde no esconde que «cuando recuerdo aquella eliminatoria siento amargura dentro de mi cuerpo. No lo olvidaré jamás».

Adolfo Soto Villena dice recordar aquel Elche-Leganés «como si fuera ahora». Explica que «teníamos un equipazo con jugadores como Pepe y Salvador Mejías, Vicente Mir, Boria.... pero un señor de negro no nos dejó subir a Segunda. Me anularon un gol que era legal y, en el tiempo añadido, muy añadido, les regaló un gol».

Vicente Mir explica que «en la ida el árbitro resultó decisivo», pero no esconde que en el encuentro de vuelta «ellos estuvieron mucho mejor y se adaptaron perfectamente al calor que hacía en Madrid aquel día. Fue un palo muy grande no subir en aquella eliminatoria porque el equipo había hecho una gran campaña».

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