Nada menos que ocho años ha tardado Álvaro en marcar un gol con el Elche. El domingo en Almería, minuto 44, remató de cabeza un balón al fondo de la red que le sirvió Álex Martínez, desde la izquierda, al ejecutar una falta directa. De esta manera, el delantero ilicitano ponía el punto y final a un deseo que por fin se ha hecho realidad, firmar un gol con la camiseta franjiverde. «Me he quitado un peso de encima», afirmaba el punta al final del partido jugado en el estadio Juegos Mediterráneos, antes de reconocer que «tenía muchas ganas de estrenarme por mí y por el Elche».
La travesía por el desierto ha sido larga y a veces complicada para el delantero franjiverde. No hay que olvidar que fue David Vidal el que se lo llevó a Mondariz para realizar la pretemporada con el primer equipo con tan solo 16 años. Su estreno goleador en un partido amistoso fue el 4 de agosto de 2007. El rival era el As Somozas de Regional Preferente y su diana sirvió para ganar el partido. Controló un balón que le llegó de Raúl Martín y lo cruzó a la salida del meta Roberto.
En la anterior campaña había marcado 16 goles en el juvenil B franjiverde a las órdenes del técnico Santi Verdú. Su intención no era otra que seguir en el filial pero Vidal, que lo había puesto en el escaparate en pretemporada, no se cortó a la hora de hacerle debutar en Anoeta en un Real Sociedad-Elche (2-1) el 22 de septiembre de 2007.
Por apenas 48 horas no pudo batir el récord de precocidad de Antonio Puche (88-89) en la escuadra ilicitana. El delantero yeclano había debutado como franjiverde, en Primera, con 16 años y 124 días, mientras que Álvaro lo hizo, en Segunda, con 16 años y 126 días.
Vidal le puso el sobrenombre de «Alvariño», pensando que de esa cosecha de 2007 iba a sacar un vino mejor que los Albariños de su tierra gallega. La verdad es que al caldo le ha costado madurar, pero ya está ahí, sobre la mesa. Falta ahora degustarlo. En Almería deleitó con su gol y su juego. El paso por la bodega ha sido largo, pero todavía está a tiempo de demostrar todo lo que lleva dentro.
Esa temporada, la 2007-2008, con David Vidal en el banquillo, jugó siete partidos con el Elche y sumó 203 minutos. En la 2008-2009 desapareció del primer equipo. La temporada siguiente se fue al Valencia Mestalla y en la 2010-2011 recaló en el Mallorca B, donde su estrella volvió a brillar. Sus buenas actuaciones en el filial bermellón hicieron que un entrenador de cantera como Joaquín Caparrós se fijara en él. El 29 de octubre de 2011 le hizo debutar en el primer equipo isleño en el Camp Nou ante el FC Barcelona en la máxima categoría. En esa campaña, intervendría en 12 partidos y marcó dos goles: Uno al Athletic, y el otro, al Sporting. En la 2012-2013 sólo participó en el Mallorca-Atlético (1-1). Finalizó su periplo en la isla y regresó al Elche en la 2013-2014.
Fran Escribá le hizo debutar como franjiverde en Primera en Vallecas, en el primer partido de Liga, y luego con la Real Sociedad, una semana más tarde. Una lesión le dejó fuera durante meses y ya no volvió a actuar con el primer equipo ilicitano y terminó haciéndolo con el filial.
La temporada pasada, también en Primera, participó en 17 partidos y atesoró 377 minutos. Ya en Segunda, Rubén Baraja también confía en él y ha intervenido en siete partidos y sumado 392 minutos de juego. Una lesión muscular le tuvo apartado del equipo un par de encuentros.
En total, como franjiverde, ha intervenido en 33 partidos y jugado 997 minutos. Ocho años después de su debut logró estrenarse como goleador con la camiseta del equipo de su ciudad. Un largo periplo en el que ha combinado situaciones agradables con otras menos propias del fútbol. Ahora, con la confianza del entrenador parece volver a verse de nuevo al Álvaro que marcó como juvenil el gol ante el As Somozas en agosto de 2007. Del «Alvariño» que hablaba David Vidal ha pasado mucho tiempo, pero entrenadores como Joaquín Caparrós, Fran Escribá y, ahora, Rubén Baraja, vieron en él algo distinto. «Tengo que agradecerle su confianza», afirma el propio delantero sobre el técnico castellano antes de explicar que «cuando un entrenador te da minutos sacas lo mejor que tienes de ti mismo y confío seguir en esta línea».
Paso a paso
Ahora más que nunca, Álvaro Giménez, está con los pies en el suelo y tiene claro que «hay que ir partido a partido», tanto desde el punto de vista del grupo como en el personal. Sobre el equipo, el futbolista nacido en Elche destaca la importancia del triunfo en Almería después de los varapalos sufridos ante Llagostera y Mirandés. «Veníamos de dos partidos en los que habíamos recibido ocho goles y había una cierta presión dentro del grupo. En Almería se pudo ver a un equipo con las ideas claras, que sabe lo que tiene que hacer», señala.
A su juicio «todo lo vivido en las últimas semanas nos ha servido para tener los pies en el suelo y no pensar más allá del próximo partido. Lo que tenga que venir, vendrá, pero no podemos mirar ahora al ascenso o a la promoción. Nos equivocaríamos. Nuestra mente está puesta en superar el próximo sábado al Leganés».
