El meta franjiverde Pol estará entre los elegidos el domingo en el estadio Juegos Mediterráneos en el duelo Almería-Elche (12.00 horas). La cartulina roja que vio su compañero Javi Jiménez ante el Mirandés le abre de nuevo las puertas a la titularidad. El meta catalán se puso bajo los palos en Ponferrada en el primer partido de Liga desde el primer minuto y, en la segunda jornada, ante el Bilbao Athletic, pasó al banquillo. Desde entonces, tan sólo ha salido de él para jugar en Copa ante el Almería en el escenario donde volverá a actuar el domingo. Ahora, vuelve a la capital andaluza con «ganas de demostrar que soy portero para el Elche». El hecho de regresar al equipo después de recibir ocho goles en dos partidos no le preocupa. «¿Un marrón? Nunca es un marrón volver al equipo», afirma antes de corroborar que «el partido del sábado ante el Mirandés nos dejó tocados, pero no conviene mirar para atrás y solo estamos pensando en ganar el domingo».

Pasar de ser titular al banquillo no le afectó en su día. «Son gajes de la profesión. Unas veces juega uno y otras le toca hacerlo al otro. Soy un portero que trabajo día a día. Mi nivel y rendimiento lo doy en los entrenamientos para que el técnico vuelva a contar conmigo. Quiero que Baraja vea que tiene dos metas preparados para salir a jugar en cualquier momento», insiste.

«No creo que lo de Almería sea un examen», afirma, antes de confesar que «mi relación con Javi Jiménez es extraordinaria, yo diría que espectacular y eso es bueno para todos. La competencia es máxima y al final el que decide quién debe jugar es el entrenador».