No fue fácil regresar de Palamós con cuatro goles en la mochila y la sensación de que no se había sabido competir ante un Llagostera que jugó todos los balones como si fuera lo último que hacían en vida. Muchas horas de autobús y el disgusto encima de una derrota que escuece, ya que se consideraba que era un rival que podía ser asequible, a pesar de que se tenía conciencia de que no iba a ser nada fácil.
Las caras eran largas y las ganas de hablar escaseaban en un grupo de futbolistas que se mostraban dolidos. Lo vivido sobre el estrenado césped del Nou Estadi tardará en borrarse de la mente de los jugadores del conjunto franjiverde aunque, como confesara Mandi al final del citado duelo «el sábado tenemos una reválida y se está obligado a aprender de los errores para no volverlos a cometer en el futuro».
A altas horas de la madrugada, sobre las 3.30 horas de ayer, la expedición franjiverde llegaba en autobús al hotel Milenio y, a las 12 de la mañana, el equipo ya estaba en el campo anexo entrenando con rostros de cansancio.
Antes, Rubén Baraja, que nada más acabar el partido aseguró que no había reconocido a sus jugadores en el campo y que habían llegado 30 minutos tarde al duelo, tuvo una charla de media hora con sus jugadores con el vídeo del duelo del domingo como testigo.
Una auténtica prueba del algodón en la que los 14 jugadores que saltaron al campo quedaron retratados. Nadie en el grupo se escondió y asumió los errores. Ya, al final del partido en tierras catalanas, el centrocampista Mandi reconoció que el Elche, a pesar de tener muy estudiado a su rival, no estuvo «concentrado o con la intensidad que debería en los primeros 15 minutos». El canario no quiso buscar como excusa el campo y dijo que «fue un partido para olvidar».
Por su parte, Ilie, que estrenó titularidad ante el Llagostera por la lesión de Lolo, tampoco quiso poner ninguna excusa al 4-1 recibido y su dedo acusador iba dirigido «a los 14 jugadores que estuvimos en el campo. Somos los responsables. Sabíamos lo que nos esperaba en los primeros 15 minutos, lo habíamos entrenado tal como sucedió después, y no supimos competir. Ahí perdimos el partido», explicó.
Tras ese varapalo, proseguía el jugador catalán, toca analizar todo lo sucedido sobre el campo y hacer una reflexión individual «mirando hacia el interior de nosotros mismos» para poder encontrar «una conclusión colectiva y que no se vuelva a repetir. El sábado ante el Mirandés tenemos que dar otra imagen».
Ilie insistía en la idea de la falta de intensidad del equipo a la hora de afrontar el duelo en el Nou Estadi. «Teníamos claro lo que iba a pasar. El míster nos lo dijo 15 minutos antes de comenzar el partido. Lo clavó», recordaba.
Pese a la contundencia de la derrota Ilie trata de mirar al mañana y afirma que «aquí no se acaba nada. Toca levantarse lo antes posible para el próximo partido».
Javi Jiménez en su cuenta de Twitter trataba de poner buena cara al mal tiempo y escribía lo siguiente: «Semana nueva, momento de trabajar duro y olvidar el ayer. El sábado hay una nueva batalla, que juntos vamos a luchar». A continuación, afirmaba que «el éxito en la vida consiste en seguir siempre adelante».
La autocrítica se ha hecho y el propósito de enmienda salió como principal mensaje del vestuario.
La plantilla del Elche tendrá hoy jornada de descanso y mañana, a las 10 horas, comenzará a preparar el duelo del sábado ante el Mirandés, que se jugará en el Martínez Valero a partir de las 18 horas.
