Poco a poco el Elche va creciendo. Los ilicitanos no tenían un comienzo de Liga fácil debido a todos los problemas que han padecido a lo largo del verano y a la tardía composición de una plantilla que apenas ha podido realizar la pretemporada porque la mayoría de los fichajes han llegado a última hora. Pero, a pesar de ello, el conjunto franjiverde sumó ayer su cuarto punto en tres jornadas y, encima, lo hizo en el siempre difícil campo del Numancia, que es el líder de la competición, que está invicto y que en los dos primeros encuentros había sumado seis puntos y había marcado nueve goles.

El resultado ya es meritorio de por sí. Incluso, el equipo de Baraja mostró una gran imagen durante los primeros 45 minutos en los que dominó el juego, tuvo más posesión del balón y dispuso de más y mejores ocasiones que los sorianos. Un disparo al poste de Espinosa y un remate de Sergio León que detuvo Biel Ribas pudo cambiar el devenir del partido.

Tras el descanso, el Elche sufrió, acusó el cansancio físico y la falta de rodaje, pero, a pesar de la juventud de la mayoría de sus jugadores, supo leer el encuentro y mantuvo, no sin sufrimiento, el empate.

El técnico franjiverde sorprendió con el once inicial al situar a Isidoro en el lateral derecho en lugar de Cifu, quien hasta ayer parecía intocable. Baraja optó por un jugador más defensivo como Isidoro para ayudar a Espinosa a tapar la banda. Ilie apuntaba a ocupar el puesto de Pelayo, pero, al final, fue Mandi el elegido, a pesar de que ha sido el último en llegar. El exjugador del Sporting estuvo a un buen nivel, ayudó en labores defensivas en el centro del campo y no se complicó a la hora de darle salida al balón entregando siempre de primeras.

El entrenador del conjunto ilicitano va esbozando el cuadro que quiere para este nuevo Elche: Pelota jugada desde atrás, el pivote defensivo (Lolo) baja a recoger, los centrales se abren y los laterales adelantan su posición. A partir de ahí a mover el esférico. Y cuando tienes hombres de calidad y desequilibrantes como Espinosa y Álex Moreno es más fácil.

En los primeros minutos a los franjiverdes les costó. Con el transcurso del choque, el balón fue ilicitano. El Numancia apenas inquietó la portería de Javi Jiménez durante el primer tiempo, mientras que Héctor Hernández, con un disparo que detuvo Biel Ribas; y Espinosa, con un lanzamiento con mucha intención, que se estrelló en el poste; pudieron haber adelantado al Elche, que mereció el premio del gol.

La falta de definición es el mayor problema que está teniendo el Elche en estos primeros tres partidos. Pero al contrario que en Ponferrada, en esta ocasión, los ilicitanos supieron mantener la portería a cero y sumar un punto importante.

Baraja se encontró con el hándicap de la tarjeta a Hugo Álvarez y la lesión de Isidoro, que le impidieron realizar cambios más ofensivos. Además, en el segundo tiempo, el Numancia aprovechó el cansancio de los franjiverdes y a base de balones largos y de jugadas a balón parado pusieron en algún aprieto la meta de Javi Jiménez.

En ese momento de agobio, el Elche supo imponer una premisa del mundo del fútbol: cuando no puedes ganar, por lo menos no pierdas. Y así fue. Los ilicitanos se defendieron con orden y sacrificio. Javi Jiménez estuvo acertado en un par de ocasiones y, al final, el empate se puede considerar como justo por los merecimientos del Elche en el primer tiempo y del Numancia, en el segundo.

Como dijo Espinosa al final del encuentro, esto acaba de comenzar. La Segunda División es muy larga, pero el equipo de Baraja ha demostrado en las tres primeras jornadas que tiene argumentos suficientes para ilusionar a su afición.