Después de un verano catastrófico, de mucha amargura y disgustos injustos, el Elche comienza el domingo una nueva temporada y, como es tradicional en el preámbulo del inicio del campeonato, ayer el Elche realizó la ofrenda de flores a la Patrona de la ciudad, la Mare de Dèu de la Asunción, para ponerse a su amparo y pedirle lo mejor para la nueva campaña.

Después del entrenamiento, los componentes de la primera plantilla, junto al cuerpo técnico, auxiliares, representantes del filial y del Juvenil A visitaron la basílica de Santa María, donde les esperaba el párroco y Pater del club ilicitano, Javier Parreño. Junto a ellos también estuvieron presentes el capitán de la sección de fútbol sala, Jesús García, y Mariate y Jose, capitanas del equipo femenino.

Además hubo una amplia representación institucional de la entidad franjiverde, en la que estuvieron todas las personas que forman el equipo de trabajo de la Gestora que está llevando los designios del Elche hasta la próxima junta general de acciones del 18 de septiembre. Juan Serrano, César Nohales, Pepe Alberola, Juan Contreras, Paco Sánchez y Jaime Oliver -únicos consejeros supervivientes de la época de Sepulcre- y Juan Pascual destacaron en los primeros bancos de la basílica.

También acudieron a la tradicional cita el nuevo delegado del primer equipo, Pablo de Lucas, el director deportivo, Ramón Planes, y los miembros de la secretaría técnica, Luis Casas y Edu Albacar.

Capitanes

Tras una breve homilía, Álvaro como jugador natural de Elche y uno de los capitanes del primer equipo -el resto parece ser que serán Lolo, Armando y José Ángel-, los capitanes del filial y del conjunto juvenil, junto a Baraja y Juan Serrano subieron hasta el camerín donde está la Virgen de la Asunción y depositaron varios ramos de flores.

En una breve homilía, el pater Javier Parreño deseó a los jugadores una temporada llena de éxitos en la que no haya lesiones.

Después de la ofrenda, toda la familia franjiverde disfrutó de un refrigerio y de un vino de honor.