A perro flaco todo son pulgas. Si el Elche no tenía bastante con todos los problemas que está teniendo para confeccionar una plantilla prácticamente nueva, ayer, el colegiado Alberola Rojas se encargó de echar más leñas al fuego. Rubén Baraja tenía la oportunidad de realizar una última prueba antes del comienzo de la Liga con un equipo a medio hacer, pero el árbitro se cargó el partido a la media hora de juego con una expulsión innecesaria, por doble amarilla, a Pelayo.
A partir de ahí, las buenas intenciones del técnico franjiverde y del conjunto ilicitano se desvanecieron porque el Almería, uno de de los favoritos al ascenso, jugó a placer en superior numérica y el Elche bastante hizo con aguantar las embestidas del conjunto andaluz.
En los primeros 30 minutos, los franjiverdes demostraron un atisbo de lo que quiere su nuevo entrenador. Un equipo bastante junto, ordenado, presionando la salida del balón del rival y replegándose en defensa. Pero con la expulsión la prueba quedó descafeinada y gol de Montoro, a los 53 minutos, llevó la 56 edición del trofeo Festa d´Elx a la vitrinas del Almería.
Aunque quedan jugadores por venir, Rubén Baraja esbozó un once inicial que se puede parecer al que comience la Liga el próximo domingo (20.30 horas) en Ponferrada. Pol no tiene de momento competencia en la portería. Cifu actuó de lateral derecho al tener que adaptarse Isidoro a la izquierda. La pareja de centrales está clara: Hugo Álvarez y Armando Lozano. En el centro del campo, el técnico franjiverde parece que confía plenamente en Lolo como pivote defensivo, incluso le dio el brazalete de capitán cuando se marchó Albacar. El andaluz tuvo como acompañante a Pelayo. No obstante, con su expulsión en 27 minutos, el asturiano ha perdido papeletas para ser titular y Nono apunta a ese puesto. Álvaro estuvo escorado en banda derecha y el canterano Liberto, que estuvo muy activo, en la izquierda. Baraja apostó por dos delanteros (Héctor Hernández y Sergio León). Pero tras la expulsión de Pelayo se vio obligado a quitar al joven futbolista cedido del Atlético de Madrid para reforzar el centro del campo con Anaba.
Despedida del capitán
La carga emotiva del encuentro la protagonizó Edu Albacar. El jugador catalán disputó sus últimos minutos como jugador. A pesar de que estaba previsto que saliera en la segunda parte, incluso no aparecía en las alineaciones oficiales, empezó el partido como titular. Salió al terreno de juego en medio de un pasillo que le hicieron los jugadores de ambos equipos. Recibió una camiseta con su nombre de manos de Juan Serrano, representante institucional del club, recibió una gran ovación de la grada y disputó los primeros 15. Tras abrazarse a todos sus compañeros salió del campo sensiblemente emocionante y ante los gritos de ¡Edu, Edu! de toda la grada. No fue un homenaje masivo como le hubiera gustado, pero sí muy emotivo, como merece uno de los mejores jugadores que han vestido la camiseta franjiverde en la historia reciente del Elche.
Su puesto lo ocupó Isidoro, quien a pesar de ser lateral derecho se acopla a la izquierda.
El partido comenzó igualado y disputado hasta la expulsión. Con once contra diez, el Almería tuvo mucha ventaja. A pesar de la inferioridad numérica, los ilicitanos aguantaron el empate hasta el descanso. Pero tras el tiempo de asueto, en el minuto 53, una buena triangulación almeriense acabó con un disparo de Montoro al fondo de la mallas.
En la última media hora, Baraja dio entrada a Nono, que se situó como delantero y se le notó que no era su posición y que le queda todavía mucho por delante; y a Álex Moreno que mostró pequeñas pinceladas en la banda izquierda.
A pesar de la derrota, se vieron algunos detalles que hacen albergar esperanzas, aunque queda todavía un largo y tortuoso camino por recorrer.
