Rubén Baraja sigue haciendo pruebas y ayer en el encuentro ante el Atlético Baleares probó con un sistema táctico con tres centrales y con Cifu y Liberto como carrileros. El experimento le salió bien el técnico del Elche que vio como su equipo mejoró el juego con respecto a anteriores encuentros.

Isidoro y Hugo Álvarez, dos de los fichajes, mostraron contundencia en el centro de la zaga junto a Rafa Gálvez, que volvió a jugar tras sus problemas musculares. Pero la piedra angular de este nuevo Elche es Adrián González que sacó a relucir sus galones en el centro del campo y, si termina quedándose, el jugador madrileño está dispuesto, puede ser el principal activo de la plantilla. Además, Álex Felip y Pedro Astray mostraron buenas maneras.

Astray, a los 12 minutos, adelantó a los franjiverdes y al borde del descanso se tuvo que retirar lesionado por un esguince de tobillo. Cuando el partido estaba llegando a su fin, una buena jugada del juvenil internacional Gonzalo Villar terminó en penalti, que transformó Álvaro.

El jugador ilicitano fue el centro de las iras del banquillo balear que se ensañaron con él en los últimos minutos y querían tirarlo por el barranco que hay junto a la carretera del complejo deportivo. Afortunadamente la cosa no fue a mayores y el árbitro evitó más problemas decretando el final.