Juan Anguix, ya expresidente del Elche, acudió al club acompañado de su amigo Enrique Pérez Boada para realizar el traspaso de poderes delante del notario Francisco Tornel y de los miembros de la gestora del club ilicitano Juan Serrano, José Alberola y Ramón Segarra. No puso ningún tipo de problemas y tan sólo pidió que se respetaran los contratos de Rubén Baraja, Javier Cabello y Julio Martínez,entrenador, secretario técnico y director de gestión y planificación, respectivamente.

Nohales envió un mensaje de tranquilidad a Rubén Baraja, entrenador del equipo, al que esperan poder ofrecer un bloque competitivo para la próxima temporada, si bien incidió junto al alcalde en que la prioridad absoluta del Elche debe ser en estos momentos «salvar el "match ball?del 31 de julio».

Seguidamente, Anguix ofreció una rueda de Prensa a los medios de comunicación en la zona mixta del Martínez Valero y abandonó el estadio completamente solo hacia el coche. No tuvo la compensación de los aplausos que tuvo José Sepulcre cuando dijo adiós en el mes de abril tras la Junta General de Accionistas.

Reconoció delante de los micrófonos que dejaba la entidad ilicitana con un «sabor agridulce» al no poder hacer frente a la grave situación económica de la entidad.

El exdirigente, cuyo rostro reflejaba cansancio tras la últimas horas de tanta tensión, confesó que se marchaba del Elche «satisfecho» de comprobar la «credibilidad» del grupo de personas que se ha hecho cargo de la entidad tras su dimisión como presidente del club. «Lo más importante ahora es que el club siga adelante después de tanto sacrificio», indicó.

Anguix recordó que ya el pasado martes transmitió al alcalde, Carlos González, que no iba a poner «ningún problema» al relevo y se mostró convencido de que el Elche logrará saldar su deuda con AFE antes de esta noche, a las 24 horas, fecha límite de pago.

«Por primera vez desde años toda la ciudad y todo el entorno está unido y eso es lo más importante. Hay que lograr que el Elche se quede en Segunda para poder dar el salto a Primera», señaló.

Anguix reconoció con amargura que durante su presidencia se han hecho «muchas cosas mal», pero destacó que «hay que mirar para adelante».

El ex presidente insistió en que siempre ha mirado por los intereses del Elche y negó haber engañado a la afición ilicitana. «Dentro de unos meses se verá lo que se ha hecho y lo que no. Entré aquí por la afición y cuando me ha pedido que me vaya lo he hecho», concluyó.

Cabizbajo, como ido, se dirigió a su vehículo. Le costó encontrarlo. Una vez en él, salió en dirección a Valencia con la sensación de fracaso y consciente de haber defraudado a mucha gente.