El exfranjiverde Curro entiende que «lo que se gana en el campo no puede perderse fuera»

«Me da mucha pena, la verdad. Mucha pena», afirmó «Curro» en declaraciones a Efe en Mérida, ciudad en la que tiene familia y donde estos días pasa unos días de descanso.

A su juicio, lo que se gana en el campo, «y el Elche lo logró -en referencia a mantenerse en Primera División-, no debería perderse en los despachos». No obstante, ha añadido que tampoco está bien que los clubes acumulen deudas «como consecuencia de ese mal que tiene el fútbol, eso de gastar más de lo que se tiene».

Tras incidir en que Sepulcre y Anguix no lo han hecho bien, el exfranjiverde, quien sigue teniendo contacto con sus compañeros de aquella época, ha añadido que «cuando se ha querido reaccionar ya era tarde».

Partícipe de una plantilla y de unos de los más gloriosos años del equipo ilicitano, Curro considera que tanto jugadores como aficionados «deberían de tener representantes» con «voz y voto» en las juntas directivas de los equipos de fútbol, pues «hay mucho presidente que no sabe nada» de este deporte. «Se creen que el monte es orégano y luego llegan las decepciones, especialmente para los jugadores y los aficionados», añadió este exjugador extremeño que llegó a Elche con 17 años, tras pasar unas pruebas en el Real Madrid. Tras dos años en el Ilicitano, Curro subió a la primera plantilla, lo que le permitió jugar junto a históricos jugadores, como Vavá, Asensi, Pazos, Quirant y Araquistáin, entre otros muchos.

Autor del gol con el que el Real Madrid perdió la condición de invicto en la 1968-1969 y de «innumerables más», como el marcado a la Real Sociedad en una de las semifinales de la Copa del Generalísimo de 1969, «Curro» abandonó el Elche para enrolarse en el Español de Barcelona, y posteriormente jugó en México (una temporada) y en la U.D. Salamanca.