Un día menos y en la casilla de salida. Así se encuentra el Elche. El 31 de julio, el club tiene que hacer frente a los 7,2 millones de euros que se adeudan a los jugadores para no descender a Segunda B y el horizonte continúa igual de oscuro que como lo pintó el viernes por la mañana el gerente de la AFE, Luis Gil, tras entrevistarse con los jugadores y dirigentes del club en el estadio Martínez Valero. «La situación es muy, muy, muy difícil», insistió el dirigente del sindicato de futbolistas.
A última hora del viernes se pudo ver un rayo de luz en el entorno franjiverde al anunciarse que Juan Anguix optaba por echarse a un lado después de que el alcalde Carlos González le dijera que existía un grupo de empresarios que estaban dispuestos a sacar al club del concurso de acreedores y a pagar la deudas de la plantilla para no perder la categoría. Además, se convocaba para el sábado una reunión en Alcaldía para avanzar en un plan de actuación que debía ser rápido ya que el viernes está a la vuelta de la esquina.
Con esas premisas, Carlos González, alcalde de Elche, y Cristina Martínez, concejala de Deportes, se reunieron con César Nohales y Ramón Segarra, representantes de la empresa Los Serranos-Eiffage, además de Juan Pascual, de Supermercados El Árbol, y de Juan Contreras, que estuvieron acompañados por Roque Marco, el exalcalde ilicitano Alejandro Soler y el portavoz del consejo de administración del club franjiverde, Josema San-Matías.
Al final de dicha reunión, que se prolongó por espacio de hora y media, el mensaje pareció variar. Lo que el viernes por la noche era un «tengo un grupo de empresarios que ponen el dinero», que movió a Anguix a dar el paso a un lado, se transformó en un «tenemos un grupo de empresarios en los que detecto buena voluntad y ganas». El mensaje de Carlos González parecía haber perdido decibelios en unos momentos en el que se necesitan soluciones urgentes.
El alcalde de Elche aseguró que Juan Anguix le había reconoció su «incapacidad» para hacer frente a la crisis económica del club ilicitano y que deja paso a una nueva alternativa. No habló de dinero, el que le hace falta al Elche para salir de esta situación, pero sí reconoció que «el Elche está en una situación extremadamente difícil y a pocos días de un desenlace fatídico».
«Hay un grupo de empresarios dispuestos a implicarse y a presentarse como alternativa. El lunes habrá un nuevo encuentro de empresarios y de ahí debe salir tanto la dimisión de Anguix como los empresarios dispuestos a liderar el nuevo proyecto», explicó.
Por cierto, Anguix convocará el lunes una junta extraordinaria de accionistas para en un mes introducir cambios en el consejo. Además, en un comunicado recordó que su dimisión va ligada al plan de vialidad de los empresarios que se le prometió el viernes.
El alcalde confesó ser «realista» y como tal asume que «hay poco tiempo por delante y mucho el dinero que hay que poner». De todas formas, «detecto buena voluntad y ganas». Su misión no es otra que la «intentar articular una solución buscando empresarios dispuestos a implicarse. Les pido a todos ellos compromiso para evitar un nuevo descenso».
El grupo de empresarios que estuvieron el Ayuntamiento «van a plantear el lunes una alternativa al resto» y tiene muy claro que el equipo que lidere todo este movimiento «tiene que ser integrador y que sume sensibilidades».
A juicio del alcalde, el perfil del que presida este movimiento de salvación del Elche «no debe levantar recelos y generar confianza». Incluso iba a más afirmando que «tiene que ser empresario». Lo que descarta al exalcalde Alejandro Soler, figura que el grupo Los Serranos-Eiffage, que representan Nohales y Segarra, ha puesto sobre la mesa para comandar dicho proyecto.
