Con la venia, señoría. El Elche juega esta semana su partido más importante de los últimos tiempos, quizás de su historia, aunque últimamente está obligado a superar tantas bolas de partido que el entorno franjiverde está perdiendo la cuenta. Un juez tiene delante el expediente del club ilicitano y debe resolver esta semana. A favor, el cambio de consejo de administración y el acuerdo con Hacienda, en contra, una credibilidad por los suelos ganada en los últimos años a base incumplir una y otra vez todas las reglas del juego y, sobre todo, el control presupuestario de la Liga de Fútbol Profesional (LFP).
Una vez superadas las «eliminatorias» ante el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) y Hacienda, con el que se ha conseguido un acuerdo de pago de una deuda superior a los ocho millones de euros, toca esperar a la decisión del Juez Único de Disciplina Social de la Liga, Manuel Rivero González.
El futuro del Elche en Primera División está en las manos del exdirector General Adjunto del Departamento de Litigios de la Fiscalía General del Estado español y que ha trabajado en el gabinete de abogados Herbert Simth Freehills. Desde que se convirtió en un Abogado del Estado en 1986, Manuel Rivero ha ocupado diversos puestos de responsabilidad, hasta que el febrero de 2014 fue nombrado Juez Único de Disciplina Social.
Las cartas están sobre la mesa y mientras el Elche confía en salvarse del descenso administrativo el Eibar exige que se ejecute el expediente al club franjiverde para poder seguir jugando en la llamada Liga de las Estrellas después de perder la categoría en los terrenos de juego junto a Almería y Córdoba.
El Elche consiguió el pasado viernes, fecha final del plazo, un acuerdo con la Agencia tributaria para pagar la deuda, requisito indispensable para garantizar la continuidad el Primera. Hacienda aceptó la operación y ese documento, a juicio del club ilicitano, debe valer para que el juez Manuel Rivero González deje al Elche entre los mejores. Además, el artículo 82, 2B de la Ley Tributaria asiste a los franjiverde. Se pondría en riesgo la capacidad de pagar de la entidad ilicitana e incluso su viabilidad con la negativa del juez. El Elche podría entrar en liquidación.
Por contra, el Eibar, considera que el plazo de pagó al Elche venció el pasado 31 de marzo y técnicamente todavía no lo ha hecho porque sólo ha demostrado poder abonar su deuda en 60 días a través de un pagaré. La entidad armera se agarra a que el Elche no ha cumplido con el control económico que exige la Liga, que todos los clubes aprobaron en su día. El Eibar sí es un club saneado y como tal exige continuar en Primera División en lugar de una entidad que no cumple.
