El Elche logró ayer el primer triunfo de la temporada tras ganar por 2-1 al Espanyol gracias a dos goles de Jonathas en los minutos 18 y 52. El conjunto catalán acortó distancias por mediación de Stuani, desde el punto de penalti, y los franjiverdes terminaron el duelo con nueve jugadores sobre el campo por las expulsiones de Rodrigues (minuto 75) y Cisma (85). Los ilicitanos tuvieron ocasiones para sentenciar el duelo, pero terminaron pidiendo la hora y apelando a la épica. No podía ser de otra manera en este Elche que sabe que para sacar adelante sus partidos debe sufrir sangre, sudor y lágrimas.
Escribá varió su sistema de juego, apostó por un 4-4-2, con Cristian Herrera oxigenando a Jonathas y Pasalic en el doble pivote junto a Mosquera. Le salió bien el cambio gracias a unos jugadores que lo dejaron todo en el campo.
Los tres puntos le dan vida a este Elche y lo sacan de los puestos de descenso. En el día de la conmemoración de los Fieles Difuntos el Elche hizo buena la canción que interpretaba Peret y que decía que «no estaba muerto, estaba de parranda». Este equipo sigue muy vivo y ayer lo demostró dándolo todo a lo largo de los 90 minutos para conseguir sacar adelante una auténtica final. Además, una vez más, el árbitro tampoco ayudó. Anuló un gol legal, fue muy riguroso en las expulsiones y pudo dar por bueno una falta lanzada por Lombán, que tras pegar en el balón pareció botar dentro de la portería. Además, pasó por alto un claro derribo de Jonathas dentro del área. Este equipo ya sabe que va a tener pocas ayudas.
El Elche se fue al descanso con ventaja en el marcador gracias al gol de Jonathas en el minuto 18. En el centro de Damián Suárez desde la derecha, Casilla se quedó a mitad de salida, y el brasileño marcó su tercer gol consecutivo en los últimos tres encuentros. Era el premio a un mejor inicio de los franjiverdes, que vieron como en el minuto 6 se anulaba un gol a Mosquera, a la salida de un córner, por supuesta falta de Jonathas. Un instante antes, una buena contra llevada por Pasalic y Jonathas, estuvo muy cerca de convertirla en gol Cristian Herrera, pero el disparo del canario lo despejó en última instancia el meta perico. También es cierto, que en el 14, se anulaba un gol a Stuani por un supuesto empujón sobre Enzo Roco. En ninguno de los goles anulados no pareció que existiera ninguna falta punible.
A raíz del 1-0, el Espanyol se hizo dueño del balón, explotó su banda derecha con Lucas Vázquez, pero ni Stuani, ni tampoco Sergio García estuvieron acertados en las dos ocasiones que tuvieron. En esos minutos el equipo ilicitano se metió demasiado atrás cuando quedaba todo un mundo por delante.
El Elche se limitó a tratar de enviar balones a Jonathas y cedió demasiado espacio a su rival. El Elche supo sufrir esta embestida rival y en los últimos diez minutos volvió a tener más el balón y pudo sentenciar en dos ocasiones claras. Víctor se entretuvo demasiado tras un buen servicio de Damián y un defensa le robó el balón, mientras que Casilla se adelantó a un centro de Cristian Herrera desde la izquierda con Jonathas con la «escopeta» preparada.
Tras el descanso, el Elche salió muy enchufado. A la carrera, con el preparador físico al lado, saltaron al campo para estar a tope desde el pitido de Teixeira Vitienes. Se notó.
Ya en el primer minuto, Lombán ejecutó una falta directa al borde del área y el balón se estrelló en el larguero. Pareció botar dentro de la portería. El rebote llegó a Cristian Herrera, que no acertó a meter el esférico dentro.
En el 52, en una gran jugada iniciada por Cisma, Víctor encontró el hueco y Jonathas no falló en el mano a mano con Casilla.
El Elche se hizo dueño del partido y estuvo muy cerca de marcar el tercero. En el 59, Jonathas fue derribado dentro del área, pero Teixeira Vitienes, no quiso señalar la pena máxima.
En el 64, Rodrigues sirvió un balón en profundidad a Jonathas. El brasileño se quedó solo ante Casilla, pero no supo batir al cancerbero visitante.
Todo iba muy bien hasta que el equipo se quedó con 10 jugadores en el campo por la absurda expulsión de Rodrigues. El caboverdiano debe saber controlarse en un campo del fútbol.
Salva Sevilla saltó al campo y el Espanyol se lanzó como poseso sobre el área de Tyton. El Elche tuvo suerte en un par de acciones del rival, pero supo llevar el partido al llamado cuarto oscuro. Controló el tiempo del partido hasta que en el minuto 85, una mano dentro del área, que no era intencionada, terminó con un penalti a favor del Espanyol y la expulsión de Cisma.
Stuani, desde el punto de penalti, acortó distancias y el Elche tuvo que apelar a la épica para aguantar el 2-1. Fueron minutos de sufrimiento, los jugadores ilicitanos se multiplicaron en el campo y con el tiempo casi concluido Mosquera, tras una buena contra, estrelló un balón en la madera. Los últimos segundos fueron de auténtico infarto, pero todo terminó bien y se pudo cantar victoria de forma definitiva. Este equipo no está muerto y ayer lo volvió a demostrar. Ganó su primera final.
