El entrenador del Elche, Fran Escribá, reconoció ayer en rueda de Prensa que mañana ante el Espanyol en principio «nos jugamos tres puntos», pero asume que «por las necesidades que tenemos, parece que te juegas algo más». En esa tesitura ve «al equipo muy concienciado por la importancia del duelo y la necesidad de puntos que tenemos. Los veo confiados en que vamos a salir de ahí».

A su juicio, «es un partido para que estemos todos muy unidos para recuperar que el Martínez Valero vuelva a ser un fortín. Nos parece bien la iniciativa de la afición porque es momento de empujar y no de empezar a criticarnos entre todos. Yo estoy tranquilo a pesar de los mensajes depresivos».

El preparador explicó que el grupo ha recibido bien el mensaje que le lanzó al final del partido ante el Valencia. Afirmó que estaba «indignado» con la falta de concentración de varios de sus jugadores después de recibir los tres goles «ches» a balón parado. «Soy de los que piensa que el entrenador es el que debe colocar el pecho a la bala, no poner delante a los jugadores. Asumo las responsabilidades. Pero los errores del otro día son de concentración y agresividad, individuales. Al final nos ganan por tres acciones que nunca debieron llegar. Lo han entendido y nos ha servido para encender las alarmas, dice.

Por lo demás, Escribá insiste que en Mestalla el equipo «estuvo bien plantado» y en ningún momento «ví un desastre de partido». De todas formas, baraja varios cambios en el once inicial de mañana, aunque explica que «no voy a cambiar a un jugador porque me falle en un córner. Lo que tengo que hacer es que no me falle. Voy a sacar el mejor once para este partido porque no es lo mismo jugar contra el Valencia en Mestalla que ante el Espanyol en el Martínez Valero».

El que estará seguro bajo los palos es Tyton, después de que Manu Herrera se haya lesionado. «Tengo confianza en Tyton y estoy convencido de que lo va a hacer bien», afirma, antes de pedir al entorno que «lo arrope». Entiende que lo mejor es que «no exista ese rum rum que había en las primeras semanas» de la Liga. Escribá insiste que hay que asumir que «es un buen portero, internacional por Polonia» y le gustaría que «se le diese el cariño que merece desde la grada. Tenemos que ayudarle entre todos. Nadie ha perdido la confianza en él dentro del vestuario y fuera hay que darle tranquilidad porque los once que se pongan la camiseta todos son el Elche, al margen de las simpatías que podemos tener por uno u otro jugador».

Escribá dijo que si el golpe que recibió en el Bernabéu hubiera limitado a Manu Herrera «el uno por ciento» no hubiera jugado. «Estaba a tope para competir. De hecho su rendimiento ha sido bueno, pero la lesión, sin ser grave, obligaba a parar».

Lo que no está claro quién será el portero que esté en el banquillo. Hoy se decidirá en el entrenamiento matinal. Pol, el tercer portero, arrastra unos problemas de ciática y ayer entrenó con el readaptador Ángel Torres. Si no supera la prueba el puesto será para José Carlos. «Pol se está tratando y si mañana (hoy para el lector) no está en condiciones no voy a hacerle ir al banquillo. Entonces irá José Carlos como otras veces».

El técnico adelantó que Aarón Ñíguez ha superado los problemas físicos que le han impedido debutar esta temporada, por lo que «es posible que entre en la convocatoria. Está para jugar; espero mucho de él y se lo he dicho». Además, hizo referencia a la entrevista que el mediopunta ofreció a INFORMACIÓN afirmando que «me parece muy bien que diga que no se ha visto al mejor Aarón, porque tiene cualidades para dar mucho más. Yo espero mucho de él, porque lo tiene».

Sobre el belga de origen congoleño Gaby Mudingayi, el técnico señaló que «está realizando su pretemporada particular y cada día está mejor», aunque no quiso fijar una fecha para su debut porque sigue sin tramitarse su ficha federativa.