El partido Málaga-Elche de la pasada temporada vuelve de nuevo a la palestra. Hace una semana se supo que dicho duelo, jugado en el estadio de La Rosaleda el pasado 3 de mayo, iba a ser investigado por la Liga Profesional de Fútbol (LFP) al entender que podía existir un intento de amaño. Ayer, se informó que la LFP iba a denunciar ante la Fiscalía Anticorrupción el partido que enfrentó a ambos conjuntos.

El encuentro, correspondiente a la jornada 36 de la campaña 2013-2014, acabó con victoria por la mínima del conjunto ilicitano gracias a un golazo de Rodrigues en el minuto 10. Con aquel triunfo el Elche dio un paso de gigante hacia la permanencia ante un equipo andaluz que contaba ya con 41 puntos y estaba salvado virtualmente.

Se asegura que una persona intentó comprar en nombre del Elche a dos jugadores del Málaga y que uno de ellos lo denunció ante la Liga, mientras se investiga si el otro jugador cobró o no.

El futbolista que aparece en esas quinielas es Willy Caballero, actualmente en el Manchester City. Fue él, según el diario El País, quien denunció y puso en conocimiento del Málaga y de la Liga, en vísperas de dicho duelo, que un intermediario quiso comprarle.

Si al final se demostrara que es un intento de amaño en grado de tentativa, la pena sería la misma que si la compra del partido se hubiera producido. La ley es tajante y se sanciona de igual manera la compra de un partido como el intento. Ahora, la Fiscalía Anticorrupción tendrá que ver si existen indicios de delito o no.

Pese a tratarse de una tentativa, la LFP tiene decidido llegar al fondo del asunto, de ahí que tenga previsto denunciar aquel partido ante la Fiscalía Anticorrupción.

Javier Tebas, presidente de la LFP, no ha señalado públicamente el partido Málaga-Elche, aunque ha comentado: «No hablaré de partidos en concreto porque entonces se va a acertar por eliminación. Hemos tenido noticias de alguna tentativa de amañar un partido. Tentativa no es amañar un partido».

Por su parte, el Málaga no se ha pronunciado sobre el tema, si bien varios de sus jugadores han negado que existiera tal amaño y se remiten al vídeo del enfrentamiento, mientras que el Elche elaboró la semana pasada un comunicado oficial en el que se afirmaba que no conocía nada sobre el tema.

En su escrito, señalaba que «el club no ha sido informado oficialmente sobre esta supuesta investigación y es ajeno y desconocedor de las actuaciones que, supuestamente se le atribuyen». Además, se aseguraba que la entidad está «a disposición de las instancias que correspondan y colaborará en todo lo que sea necesario con el fin de que se esclarezca completamente el contenido de estas informaciones». Finalmente, afirmaba que «el club se reserva el derecho a la defensa de su imagen, prestigio e intereses y el de sus profesionales si así lo considerara conveniente».

La entidad ilicitana sigue en sus trece y califica de «indignantes» las noticias aparecidas sobre el presunto intento de amaño de dicho encuentro. Insiste en que la Liga no les ha comunicado nada sobre el tema y afirman estar cansados de enterarse de las noticias a través de los medios de comunicación.

Apoyo del entrenador

El técnico franjiverde Fran Escribá, entrenador del Elche, que tras el partido ante el Celta de la pasada semana no dio crédito a la posible compra de dicho partido y recordó que «jugamos con un hombre menos, por la expulsión de Botía, y pasamos los últimos diez minutos metidos en nuestra área», aseguró ayer en rueda de Prensa que el portero argentino Willy Caballero actuó consecuentemente al denunciar en la Liga de Fútbol Profesional un supuesto intento de soborno del citado partido. «Me parece bien que Willy denunciara ante la Liga ese posible intento de soborno. Me gustaría también que denunciase a quién hizo ese ofrecimiento. Creo que el Málaga, el Elche y yo, como entrenador, estamos de acuerdo en que esa gente sobra en el fútbol», explicó Escribá de forma categórica.

El técnico valenciano comentó que «si hay algo de eso, que lo dudo mucho, estamos a disposición de las autoridades para lo que haga falta», antes de confesar que estaba dispuesto a «poner la mano en el fuego» por su club y por su equipo y por sus futbolistas.