El Elche cerró ante el Celta una semana para olvidar lo antes posible. Tres derrotas en apenas siete días han dejado al equipo tocado, sobre todo porque dos de ellas fueron en el Martínez Valero ante Eibar y Celta. El equipo ilicitano ha pasado de estar ocho meses sin perder delante de su afición a cosechar dos traspiés seguidos.
La temporada pasada, el estadio ilicitano fue un auténtico fortín y en la actual ya se han dejado escapar siete de los nueve puntos posibles, porque anteriormente no se pasó del empate a un gol frente al Granada. El equipo ha recibido cuatro dianas y sólo ha marcado una delante de los suyos, mientras que durante todo 2014, antes de iniciarse esta Liga, sólo Ángel había sido capaz de perforar el feudo ilicitano cuando vino con el Levante.
Pese a que los números no están siendo los esperados y se soñaba con estar más arriba en la tabla tras vencer al Rayo Vallecano a domicilio (2-3), las tres últimas derrotas han vuelto a demostrar que la categoría es muy complicada y resulta muy difícil sacar adelante los partidos.
«Estamos fastidiados por la derrota, pero no podemos ser catastrofistas. Minimizamos a un gran rival como es el Celta», señaló Fran Escribá tras la derrota ante el Celta antes de reconocer que «el equipo estuvo muy bien, sobre todo en la segunda parte. Tuvimos opciones para marcar».
A pesar del pesimismo que generan las tres últimas derrotas y el hecho de ver que el equipo no termina de tener las virtudes que poseía la pasada campaña, lo cierto es que el inicio de campaña de este Elche es mejor, al menos en un punto, al de la anterior.
En su regreso a la Liga BBVA, tras 25 años de ostracismo en las catacumbas de Segunda y Segunda B, el Elche no consiguió su primer triunfo hasta la séptima jornada. Precisamente fue ante el Celta, aunque en Balaídos, gracias a un gol de Javi Márquez.
Hasta entonces, en las primeras seis jornadas, los ilicitanos habían sumado tres puntos, los conseguidos en los empates ante Real Sociedad (1-1), Almería (2-2) y Valladolid (0-0). En los otros tres encuentros disputados cayó a manos de Rayo Vallecano (3-0), Osasuna (2-1) y Real Madrid (1-2).
En ese arranque de competición, los pupilos de Escribá marcaron cinco goles y recibieron 10.
En la temporada actual, el Elche ha sido capaz de atesorar cuatro puntos gracias al triunfo en Vallecas ante el Rayo (2-3) y al empate cosechado con el Granada (1-1) en su debut liguero en el Martínez Valero.
Los otro cuatro partidos los ha perdido, dos ante los equipos más potentes de la categoría, FC Barcelona (3-0) y Real Madrid (5-1), otro ante un rival directo como el Eibar (0-2), que dolió, y el último, ante el Celta (0-1), merced a un gol de Nolito en el minuto 89, cuando se saboreaba el empate como mal menor, después de haber tenido ocasiones para incluso llevarse todo el botín.
Este Elche ha marcado cinco goles, igual que el del año pasado, pero le han hecho 14. No cabe duda que los calendarios son distintos, pero también es cierto que se está en un período de acoplamiento, que han existido muchos cambios dentro del grupo y de la noche a la mañana no se puede ensamblar a un equipo.
Fran Escribá está tratando de conseguir la solidez defensiva que el equipo tenía en el anterior ejercicio y el viernes ante el Celta se dio el primer paso. A falta de un pivote defensivo, el preparador apostó por el central José Ángel para esa demarcación y al equipo se le notó la mejoría a la hora de defender. El centro del campo estuvo más arropado y la defensa más segura ante un rival con un nivel muy alto en sus jugadores de ataque.
Al igual que sucedió la pasada campaña, ante el Celta faltó gol adelante. Este equipo tiene más llegada, pero faltó puntería. Mientras ante el Rayo la efectividad fue máxima, con el equipo vigués no se estuvo acertado en los últimos metros y, al final, si no eres capaz de hacer goles, el rival suele aprovechar sus oportunidades y te mata. Así sucedió el viernes con el Celta.
