Jonathas y Mosquera vivieron en Vallecas dos momentos muy emocionantes en su estreno como goleadores en la Liga BBVA. El delantero se acordó de su hija Alicie, recién nacida, mientras que el centrocampista miró al cielo y recordó a su madre, que falleció hace cinco años. Además, sus dianas, junto con la de Edu Albacar, sirvieron para que el Elche lograra su primera victoria de la temporada.

Jonathas Cristian de Jesus (6 de marzo de 1989), Jonathas, logró el domingo, en el partido de la Liga BBVA ante el Rayo, su primer gol como franjiverde. En el minuto 54, recibió de espaldas un balón que le mandó su compañero Adrián cuando la defensa iniciaba la salida. El brasileño se revolvió, con una soltura poco común en un punta de 1,90 metros, dejando atrás a los centrales rivales Abdoulaye y Zé Castro, que ya tenían una tarjeta amarilla y de haberle obstaculizado hubieran sido expulsados. En velocidad se fue en dirección al área de Cristian Álvarez. Desde la frontal y en carrera le pegó con tal precisión al balón que se fue dentro, pegado al palo.

Un soberbio gol en el que salen a relucir tres de las virtudes del jugador carioca: Potencia, velocidad y finalmente, capacidad de definición. «El gol es importante, pero lo fundamental es que el equipo ganó y nos llevamos los tres puntos en Vallecas. Estoy muy contento por ello», explica el futbolista antes de dejar claro que no se precipitó a la hora de golpear el esférico delante del meta rival. «Lo veo muy claro en mi cabeza», insiste antes de explicar que «el portero está descolocado y no me precipito chutando a portería» como en principio se podía pensar. «Lo veo muy claro», remarca.

Su primer gol en España tuvo dedicatoria: «Va para Jesucristo (es muy religioso) y se lo dedico a mi esposa y a mi chiquita (Alicie)». Bien puede decirse que la niña vino con un balón bajo el brazo, aunque a buen seguro, esa es su intención, le dedicará muchos más vistiendo como franjiverde.

Al margen de colaborar con su diana en el triunfo, Jonathas realizó un trabajo extraordinario en beneficio del equipo. Su corpulencia le permite aguantar la marca, juega muy bien de espaldas a la portería y cuida su posición hasta dar la media vuelta o abrir el balón por los extremos. Es muy difícil quitarle la posición del balón ya que sabe maniobrar su cuerpo para mantener al margen a los oponentes rivales.

En el gol de Mosquera, el tercero del Elche en Vallecas, pudo verse su aportación al grupo. Se llevó al lateral Tito a la zona del banderín de córner buscando oxigenar al equipo ante un rival que estaba quemando sus naves, le dio una pausa al partido durante unos instantes, hasta que vio desmarcado a su compañero, y le cedió el balón. Mosquera puso la guinda a dicha acción batiendo al meta rayista con un tiro cruzado que tocó el palo derecho de Cristian Álvarez y besó la red.

Los que no lo conocían ya saben como se las gasta Jonathas en un terreno de juego. «Siempre trabajo así en los entrenamientos. Voy mejorando poco a poco. Ahora hay que volver a entrenar para ver si puedo seguir mejorando. Quiero agradecer al entrenador su apoyo y confianza en mí», señala.

Su adaptación al Elche está siendo muy rápida. Llegó en verano cedido del Pescara para triunfar en el fútbol español y ya ha puesto la primera piedra. «Me gusta jugar con el balón en el pie, el fútbol español tiene mucha calidad y en el Elche hay buenos futbolistas. Podemos competir en esta categoría porque tenemos calidad y el trabajo de nuestros jugadores es máximo».

Los otros dos goles

El del gallego Pedro Mosquera fue el primero que marca en la Liga BBVA. Cuando recibió el balón de Jonathas armó su pierna izquierda y puso el balón lejos del alcance del meta rayista. A continuación, levantó las manos y señaló al cielo. «Se lo dediqué a mi madre, que falleció hace cinco años», reconoció el centrocampista a La Voz de Galicia antes de confesar que «estoy contento por el gol, pero sobre todo por haber ganado a un buen equipo fuera de casa». Mosquera está empeñado en ser un hombre importante en el Elche y va por el buen camino.