El técnico franjiverde Fran Escribá confirmó ayer por la mañana en rueda de Prensa que la plantilla iba a aplazar un 11 por ciento de su salario de la actual campaña para que el club pudiera inscribir las fichas de Enzo Roco, Cristian Herrera y Víctor, como por la tarde se oficializó. El técnico también reconoció que ha tenido que hacer un esfuerzo para ayudar al consejo en la operación. «El club me lo pidió y yo lo hice encantado porque el compromiso con el Elche tanto mío, como de los jugadores, es grande. Todo lo que sea ayudar en este momento no lo considero ni un esfuerzo». En su análisis señaló que «con viento a favor es más fácil montarse al carro, pero con el viento en contra quedamos los que verdaderamente queremos a esta entidad. Queda claro quién está a favor del club y quién, desde fuera y desde dentro, desea que nos vayan mal las cosas». A su juicio, este esfuerzo que realizan la plantilla y el cuerpo técnico «no deja secuelas en su relación con el consejo de administración». El preparador confesó que «la próxima semana se darán las explicaciones pertinentes sobre todo lo sucedido, mucho mejor que yo y con más datos. Es mejor esperar a que se cierre el mercado para darlas. Si no lo hacen, lo haré yo».
Escribá no dudo en afirmar que «aunque existe un control férreo de la Liga estos lodos vienen de polvos pasados». De esta manera puso su mirada en la pasada campaña sin dar nombres, en la que Jesús de Huerta y Antonio Prieto estaban al frente de la dirección deportiva, y afirmó que «lo hay que hacer es saber lo que se hizo mal» antes de señalar que «por desgracia este año se están haciendo bien las cosas y estamos pagando pecados anteriores. El club se está ajustando muchísimo, pero el problema principal es que llevamos muchas cosas heredadas».
