El Elche anunció en la tarde de ayer la renovación del delantero Álvaro Giménez hasta 2016. El jugador ilicitano de 23 años pasará formar a todos los efectos parte de la primera plantilla, tras haberse ganado la confianza de Fran Escribá y no jugará en el filial al no poder alternar los dos equipos.

A pesar de la inclusión de Álvaro, el conjunto franjiverde cuenta, a escasos cuatro días para comenzar la Liga, con sólo 20 futbolistas para iniciar el campeonato, contando también a otro canterano como es el central José Ángel, quien definitivamente también tendrá ficha de la primera plantilla.

La Liga de Fútbol Profesional (LFP) no permite, de momento, ampliar más los gastos al club ilicitano para incorporar jugadores. El presidente, José Sepulcre, y el secretario general, Antonio Rocamora, regresaron al mediodía de ayer con la negativa de la patronal del fútbol español, a pesar de las alternativas de ahorro que presentaron los dirigentes con la marcha de Carlos «La Roca» Sánchez o las posibles salidas de Sapunaru y de Toño.

Para el primer partido de Liga del próximo domingo (21 horas) en el Nou Camp frente al Barcelona, Fran Escribá tendrá que echar mano de los 20 efectivos que tiene actualmente en su plantilla.

Sepulcre y Rocamora están trabajando sin descanso para, por lo menos, poder incorporar al mediocentro del Swansea José Alberto Cañas. La dirección deportiva que encabeza Víctor Orta tiene apalabrado el fichaje del futbolista andaluz, que vendría a ocupar el puesto que ha dejado vacante «La Roca», pero la LFP profesional no permite, de momento, su inscripción al tener cubierto el Elche el control presupuestario.

Se confía en que, al final, pueda llegar Cañas porque, en caso contrario, la situación podría ser grave, ya que el conjunto ilicitano podría verse obligado a afrontar los cuatro primeros meses de competición con los 20 jugadores que tiene en la actualidad y no incorporar a más futbolistas hasta el mercado de invierno, algo que no agrada ni a los dirigentes, ni al cuerpo técnico.

Las soluciones son complicadas porque las empresas que tienen cantidades pendientes de cobro con la entidad franjiverde no aceptan cambiar la deuda de corto a largo plazo y conseguir un préstamo de alguna entidad bancaria o fondo de inversión también es muy difícil, porque el Elche ya ha utilizado la mayoría de los ingresos de televisión como avales.

Ante esta situación, una de las soluciones que se baraja es despedir definitivamente a Sapunaru y a Toño, con lo que las fichas de los dos jugadores, 1.000.000 de euros y 500.000 euros, respectivamente, podrían quedar liberadas, a expensas del posible juicio y la sentencia, que tardaría en llegar y habría margen de maniobra.

Intento de acuerdo amistoso

Pero antes de llegar a esa situación drástica, el club ilicitano va a intentar por todos los medios llegar a un acuerdo amistoso con ambos jugadores. Ante la insistencia del Zaragoza, Toño podría acceder, finalmente, a salir, ya que el club maño le podría ofrecer una ficha de 175.000 euros, menos que lo que gana en el Elche, pero se lo compensaría con tres años de contrato. Aún así, el Elche debería pagarle una cantidad.

El caso de Sapunaru es más complicado porque tiene una de las nóminas más elevadas de la plantilla y no ha movido ficha todavía, aunque se está intentando con la intervención de su representante.

Los casos del portero Diego Rivas y de Anaba son distintos porque sus salidas apenas liberarían 300.000 euros para fichajes.

El Elche necesita de forma perentoria un mediocentro que sustituya a Carlos Sánchez, el elegido es Cañas y un lateral derecho que ocupe la plaza del defenestrado Sapunaru. El resto de fichajes que se pretendían, un mediapunta preferentemente de banda derecha, y un delantero (con la renovación de Álvaro ya ni se plantea), son ahora mismo una auténtica utopía debido al control presupuestario..