Estaba feliz, satisfecho por el deber cumplido. Intentaba guardar la compostura, pero no podía disimular alguna que otra sonrisa. La temporada pasada subió al Elche en plan campeón y en la actual ha conseguido la permanencia a falta de una jornada. Fran Escribá se ha convertido, por méritos propios, en todo un ídolo y una leyenda en Elche y en el Elche.

«Es la consecución del trabajo de toda la campaña. Antes del partido hemos dicho tres frases: llevamos diez meses trabajando, más de 200 sesiones de entrenamientos y tenemos mucha gente detrás. No podíamos fallar. Pensamos como si fuera el último partido y teníamos que vaciarnos por una ciudad y un club». Ese fue el mensaje que el entrenador franjiverde mandó a sus futbolistas en la charla previa al encuentro.

El preparador del conjunto ilicitano desveló que antes del choque «cuando vi como estaba el estadio, pensé en diez segundos: con esta afición no podemos bajar». Y se cumplió.

Escribá explicó que se enteró de la permanencia matemática «cuando estaba saludando a Martino. No tenía ni idea del resto de resultados porque estaba centrado en el encuentro. Cuando llegaron y me dijeron que estábamos salvados quise mantener la educación porque estaba con un compañero. Estaba nervioso y luego, cuando entré al vestuario, ya vi en el ordenador el resto de resultados y comprobé que teníamos asegurada la permanencia».

El preparador valenciano no quiso asegurar que continuará al frente del Elche la próxima temporada, aunque dejó entrever que seguirá. «No lo sé. Tengo un año más de contrato y por mi cabeza no pasa otra cosa que no sea que continuar. Para ello, el club debe decidir que soy la persona idónea para seguir y si ellos están contentos, yo también lo estoy».

En lo que sí que se mostró rotundo Fran Escribá fue a la hora de hablar de la planificación de la próxima temporada. «Nos queda un partido y lo debemos afrontar con la máxima seriedad posible, pero tenemos que empezar ya a planificar la próxima temporada para intentar hacer las cosas mejor que esta campaña». Y su ilusión es aspirar a metas mayores. «Tenemos que ser ambiciosos y ya sea conmigo o sin mí, debemos continuar creciendo y consolidar al Elche en Primera División. Tenemos margen de tiempo, pero también tenemos mucho trabajo y debemos empezar ya para configurar un equipo mejor. Debemos crecer, pero debemos hacerlo poco a poco».

Escribá quiso repartir elogios cuando se le dijo que iba a entrar con letras de oro en la historia del Elche después del ascenso y ahora la permanencia. «Cuando se dicen esas cosas, igual que cuando se hablaba la temporada pasada del Elche de los récords, quiero pensar en todo el cuerpo técnico. Yo soy uno más. Mi ego está muy controlado y me lo merezco».

Escribá dedicó la permanencia «a mi padre, que hoy -por ayer- es su cumpleaños, igual que el mío fue la semana pasada».

Sobre el partido dijo: «Lo tuvimos controlado, pero siempre te queda la duda de que en cualquier ocasión el Barcelona te pudiera marcar. Nos llegaron mucho al borde del área, pero no nos crearon grandes ocasiones. Defendimos muy bien, con mucho orden y el punto es merecido por el esfuerzo que hicimos».