Mientras Garry Mendes Rodrigues fue la cara del encuentro Málaga-Elche, Toño se convirtió en la cruz, tras ser expulsado con una cartulina roja «por lanzar un balón dentro del terreno de juego desde el banquillo» en el minuto 68. El meta franjiverde reconocía al final del duelo que «el partido estaba con muchos nervios y tiré un balón al campo para perder tiempo. La verdad es que no estuve bien, pero no hubo falta de respeto con el rival. Simplemente una pérdida de tiempo y el árbitro no lo entendió así. Creo que no es justo que a él le sacara amarilla (El rifirrafe lo tuvo con Duda) y a mí me mostrara la roja. No comparto ese criterio».

Sobre los colegiados señaló: «Venimos acusando un doble rasero con los árbitros, hemos hecho faltas ambos equipos y el criterio no es el mismo. Viene pasando de jornadas atrás».

Finalmente, Toño confesaba que «hemos hecho el partido que había que hacer, con lo que nos jugábamos. La victoria era vital». No obstante, avisa que «matemáticamente no está conseguido el objetivo y vamos a sufrir hasta la última jornada. Hay que tener tranquilidad y la presencia de la afición nos ayuda mucho. La motivación de seguir un año más en Primera tiene que poder más que lo demás y estamos capacitados para ganar a Barcelona y Sevilla».

«Superando al Málaga nos hemos quitado un peso de encima, pero no se puede celebrar nada aún», finalizaba Toño.