La Fundación Elche Club de Fútbol, que controla el 63% de las acciones de la entidad franjiverde, celebró ayer una reunión "caliente" en la que hubo discrepancias, enfrentamientos y que terminó con el abandono del cónclave por parte del vicepresidente, Juan Anguix.

El motivo no fue otro que la mayoría de los patronos no permitieron la entrada en el órgano directivo de una persona de la confianza del empresario valenciano, que unido a la sustitución de Antonio Rocamora por el exdirector general, Tomás Alvarado, permite al exconsejero delegado, Juan Carlos Ramírez, que es patrono de la Fundación y uno de los máximos accionistas individuales, y al presidente, José Sepulcre, tener una mayoría en la votación a la hora de tomar cualquier decisión.

Ramírez, que figura como patrono, tiene de su lado a los hermanos Antonio y Manuel Rocamora, además de Francisco Sánchez. Por su parte, Sepulcre tiene el apoyo del exconsejero, José Antonio Antón, mientras que "Toño" García Hita cuenta de su parte con los nuevos consejeros Lorenzo Campos y Javier Vidal, además de Juan Contreras, que ayer fue nombrado como nuevo patrono. Por su parte, Juan Anguix, tiene el supuesto apoyo del concejal de Deportes, Daniel Rubio, que representa las acciones del Ayuntamiento.

En principio, el edil tendría que tener una posición neutral, pero los patronos afines a Sepulcre y a Ramírez consideran que Rubio muestra su apoyo al vicepresidente.

De esta forma, en una supuesta alianza entre Toño y Anguix se quedarían con seis votos, mientras que una unión entre Ramírez y Sepulcre dejaría un empate a seis y decidiría el voto de calidad del presidente.

Una situación que impediría cualquier iniciativa de la parte que apoya al empresario valenciano, que quiere continuar con la profunda reestructuración, modernización y cambio de funcionamiento del club con el denominado Elche 2.0.

Deudas. La consultoría Garrigues analiza la liquidación de los pagos

Representantes de la consultoría Garrigues, que está encargando de analizar la situación económica del club ilicitano acudieron ayer a las oficinas del estadio Martínez Valero para seguir avanzando en el control financiero de la entidad. El Elche se encuentra en periodo de liquidación de deudas y debe hacer frente, en el periodo corto de tiempo, al pago de unas cantidades que ronda el millón y medio de euros.