Dicen que las victorias con sufrimiento saben mejor. Pero la verdad es que el Elche Ilicitano sufrió más de lo esperado para conseguir el ansiado ascenso a Tercera División. Al final, no hay mal que por bien no venga y los futbolistas del filial celebraron, junto a los cerca de 200 aficionados franjiverde, el salto de categoría y lo hicieron con una fiesta especial, porque todo los días no se celebra un ascenso en la casa del eterno rival.

Pero antes hubo casi 100 minutos de verdadero sufrimiento. Las cosas se comenzaron a torcer a los once minutos cuando un fallo en cadena de la defensa ilicitana terminó con un penalti a favor del Hércules B. Menos mal que José Carlos estuvo acertado y le detuvo la pena máxima a Rafa del Castillo.

El fallo de los locales parecía que llevaba al partido al guión previsto, con el Elche Ilicitano controlando el balón y la ventaja del encuentro de ida (3-0). El filial herculano sólo era capaz de crear peligro a ráfagas. Abraham pudo adelantar al equipo de Llompart en un mano a mano con Miguel Ángel.

El conjunto de Borges, alentado por su público, que intercambió cánticos con los aficionados del Elche, no estaba dispuesto a vender fácil su eliminación. A los 31 minutos estrelló en balón en el larguero y con el tiempo cumplido de la primera parte, después de varios saques de esquina consecutivos, Raúl González adelantó a los locales con un remate de cabeza.

El 1-0 dio alas al Hércules B que tras el descanso salió a por todas. Y cuando sólo habían pasado siete minutos de la reanudación, el árbitro volvió a señalar penalti por un derribo de Sergi a Adrià Mesa. En esta ocasión, Raúl González no falló y puso el 2-0 con muchos minutos por delante.

En ese momento el Rico Pérez despertó consciente de que la hazaña era posible. Llompart movió el banquillo. Dio entrada a Jornet y a Solano en el lateral derecho, pasando a Eloy al pivote, como hizo en el partido de ida.

El Elche Ilicitano trataba de mantener el balón. El juego se volvió trabado. Muchas faltas e interrupciones. Parecía que el miedo iba pasando, pero la exigua ventaja ponía la emoción en la eliminatoria. Los minutos iban avanzando, pero en cualquier jugada aislada podía llegar el tercero del Hércules B.

La prolongación se fue más allá de los cinco minutos y con el pitido final se desató la euforia. Todos los componentes de la plantilla del filial franjiverde saltaron al campo, se abrazaron e hicieron una piña en el centro del campo. Posteriormente se fueron hacia la zona del "quesito" donde había unos 150 aficionados ilicitanos, que estuvieron animando durante todo el encuentro, a los que le lanzaron las camisetas y celebraron lel ascenso con los seguidores.

La fiesta se prolongó en el vestuario hasta donde entró el consejero Toño García Hita, responsable del fútbol base del club ilicitano, que no se libró del paso por la ducha a pesar de su resistencia.

Los jóvenes jugadores, que viajaron hasta Alicante con el autocar del primer equipo, fueron saliendo poco a poco de los vestuarios con unas caras de felicidad enorme por el objetivo conseguido. En la puerta del estadio herculano esperaban un grupo de seguidores, especialmente mujeres ativiadas con una camiseta verde conmemorativa del play off. Posteriormente se marcharon a un restaurante ilicitano a celebrar el ascenso todos juntos.