El mediapunta del Elche Xumetra consiguió ayer en el coliseo de los Juegos del Mediterráneo de Almería lo que no logró nunca Pelé, ni siquiera en su más recordado intento contra Checoslovaquia en la fase final del Mundial de Méjico 1970, en el estadio Jalisco de Guadalajara. Con el marcador 1-0, el jugador franjiverde aprovechó un rechace de una jugada del Almería para dirigir la contra y no se lo pensó dos veces para disparar desde el centro del campo y sorprender al cancerbero Esteban que se encontraba en posición adelantada. Desde 60 metros, el gerundense colocó el balón dentro de la portería contraria, dejando boquiabiertos a propios y extraños en el minuto 56 del duelo. Una diana que se repitió ayer en todas las televisiones nacionales y que el jugador catalán nunca olvidará.

Toda una obra de arte que no fue capaz de firmar ni el mismísimo mito brasileño. El considerado mejor "10" del mundo cogió el balón en su propio campo y al comprobar que el meta Viktor estaba adelantado lanzó la pelota hacia la portería de Checoslovaquia mientras el guardameta corría hacia atrás sorprendido por aquel lanzamiento que nadie había osado intentar. El público suspiraba mientras el balón volaba por encima del césped, pero se despertó cuando el esférico salió por línea de fondo dejando sin premio aquella osadía de "O Rei". Aquel fue y seguirá siendo uno de los "no" goles más famosos de la carrera del tricampeón mundial.

Xumetra fue más perfecto y logró colocar el balón entre los tres palos y subir al electrónico el segundo y definitivo gol del Elche en Almería, que permite a los franjiverde no sólo profanar el santuario almeriense, -no había perdido ningún partido en su feudo-, sino también continuar en el zona noble de la tabla después de las derrotas sufridas de forma consecutiva ante Celta y Recreativo.

El mediapunta del Elche ayer se superó. Ya ante el Deportivo, esta temporada, firmó un gol propio del blaugrana Messi. Tras sortear a varios rivales, hizo la pared con Ángel y regateando a Aranzubía metió la pelota dentro de la portería. Fue el 3-2 de un partido en el que el líder de la Liga Adelante dobló la rodilla en el estadio Martínez Valero. Lo de ayer todavía resultó más espectacular.

Otros protagonistas

No cabe duda de que Xumetra se llevó todos los flashes del partido, los goleadores son los dioses de este deporte pero esa diana digna de museo no tendría mucho valor ahora en el plano colectivo si su compañero Juan Carlos no hubiera estado perfecto en su portería durante todo el partido. Sacó en dos ocasiones una mano milagrosa a disparos de Goitom y Ortiz Bernal, en balones que iban para adentro como auténticos misiles, y no contento con ello puso un pie, al estilo de los metas de balonmano, en un potente chut de Pallares, después de repeler la madera un disparo de Corona. La "madera" también fue una aliada de los franjiverde, ya que repelió otros dos balones, uno de Juanma Ortiz y otro de Goitom.

El Elche volvió a ser el equipo de las buenas tardes. Presionó al rival hasta ahogarlo. Quiso tener el balón y no se sintió en ningún momento inferior a su rival. Pudo adelantarse en el marcador en los primeros quince minutos del partido, en los que se metió en el campo rival, se dejó la piel cuando el Almería se estiró sobre el área de Juan Carlos y encontró el premio del gol de Beranger en el minuto 38. Quizás le faltó explotar más la banda de Xumetra y atacó más por la de Edu Albacar y Beranger.

Al borde del descanso, el árbitro no vio un penalti muy claro de Beranger sobre Rafita, que pudo cambiar el devenir del partido, pero en esta ocasión el señor de negro estuvo generoso con los pupilos de Bordalás y volvió a hacer bueno el tópico futbolístico que afirma que los árbitros unos días te dan y otros te quitan.

Y del posible 1-1, nada más comenzar la segunda parte, se pasó al 0-2, tras una auténtica obra de arte de Xumetra, en el minuto 56.

A partir de ahí, el Almería, que siempre parece jugar con una marcha menos, especulando demasiado los partidos, hechó toda la leña en la caldera y puso cerco a la portería de Juan Carlos.

Lanzó sus acometidas por su banda derecha en busca de la remontada. Sólo cuando se ven con la soga al cuello se quitan ese corsé táctico, que le impone su técnico Lucas Alcaraz.

El Elche lo pasó mal durante varios minutos, pero, poco a poco, supo llevar el partido al terreno donde le convenía, consciente de que el Almería tiene la capacidad de marcar en cualquier momento. En este caso, los palos se aliaron con el Elche y Juan Carlos supo mantener su portería a cero. La defensa franjiverde también estuvo muy segura y Bordalás tuvo que ir haciendo los cambios de la forma más sutil posible, consciente que podía oxigenar al equipo con la entrada de alguno de los futbolistas del banquillo, pero nunca mejorar lo que estaba dentro.

Generelo y Kike Mateo tiraron de veteranía para desesperar a un rival con un potencial tremendo y eso que Ulloa estaba en la grada sancionado. Por ello, tiene mucho más mérito el triunfo franjiverde. No es una quimera la frase que Edu Albacar lanzó esta semana: "Si no jugamos al cien por cien somos un equipo vulgar". Es cierto. Si este equipo no está a tope tiene difíci, casi imposible sacar los partidos adelante, pero Bordalás sabe como sacar el máximo de jugo a cada uno de sus futbolistas.

El partido era clave para los intereses ilicitanos y se sacó con nota. Es muy difícil enterrar a este equipo de gladiadores. Quizás no tenga el nivel de otros equipos, pero su corazón es enorme.