Cuando el colegiado cántabro Arias López señaló, en el minuto 94, el final del partido ante el Girona, los jugadores del Elche dieron un grito de júbilo. Todos sabían, como bien afirmaba Palanca, que "había que ganar el partido sí o sí" con el fin de frenar una dinámica que estaba camino de convertirse en peligrosa. No sólo por los tres partidos perdidos de forma consecutiva, sino también por los dimes y diretes que siempre existen alrededor de este equipo cuando las cosas no salen bien y que muchas veces llevan a la histeria colectiva.

Toda la plantilla coincidía al final del envite en que "era un partido importantísimo en el que el equipo se jugaba mucho después de tres partidos con derrota y ante un rival que llegaba con mucha necesidad". El delantero Ángel iba todavía más allá en sus apreciaciones: "Estoy orgulloso de mis compañeros porque ante las adversidades se crecen y lo dan todo en el campo". Reconocía que "la semana había sido complicada, se había hablado de asuntos que no tocaban, además de la marcha de Acciari, que nos sorprendió a todos, de los problemas del técnico... Si el Elche va bien beneficia a todos y cuando digo todos me refiero a la ciudad, al equipo, a la Prensa, al club, a la afición y a los futbolistas".

Entiende el jugador tinerfeño que "el equipo debe tener un gran apoyo, lo tenemos de la afición, pero a veces no de los alrededores". A su juicio "dudar de estos jugadores, de su compromiso, de las ganas de competir y ganar, pienso que es absurdo. La pasada campaña estuvimos hasta cuatro meses sin cobrar, se fueron Wakaso y Willy, y a pesar de todo rozamos el ascenso. Podemos tener rachas malas o buenas, pero siempre damos la cara. Ni antes éramos unos fenómenos cuando ganábamos, ni ahora tan malos. Ante el Girona supimos competir y sacamos un partido muy difícil adelante que debe darnos tranquilidad".

Palanca resaltaba que "había que ganar sí o sí como fuera y lo conseguimos. Sobre todo en la segunda parte volvimos a ser el Elche y sacamos a relucir una faceta de nuestro fútbol que parecía que habíamos olvidado. Habíamos perdido la confianza después de tres derrotas consecutivas y nos hemos dado cuenta de que jugando con nuestras armas podemos ganar partidos. Lo positivo era el triunfo y lo conseguimos después de vivir durante la semana circunstancias extradeportivas que no tenían razón de ser". A su juicio "en el campo se ha demostrado que todos estábamos unidos, que caminamos en la misma dirección y que deseamos hacer algo grande. No hay que dudar ni un segundo de este grupo, ni hacer caso de cosas que han salido por ahí que no tienen ni pie, ni cabeza".

Etxeita también pensaba lo mismo: "Como se ha demostrado en el campo esta plantilla está unida, vamos todos a una y en la misma dirección. El que duda de este grupo es porque está buscando algo donde no lo hay". Finalmente, Flaño corroboraba esta teoría:

"Este grupo está unido y se puede ver en el campo. Lo da todo en el y si no fuera así se vería en cada partido el mal rollo".