El técnico del Elche, José Bordalás, se mostraba ayer resignado en la sala de Prensa del Nou Estadi y confesaba que "empezamos el partido muy bien, contamos con varias ocasiones muy claras de marcar, mientras que ellos se limitaban a esperar y a buscar una contra. De hecho, su gol llegó propiciado por una de ellas, que según me cuentan vino precedido por un fuera de juego de Powel. Sabíamos que delante teníamos un gran equipo, con un presupuesto superior al nuestro y que tenían mucha necesidad. Se jugaban muchísimo y al ponerse por delante han sacado toda la energía posible para aguantar el resultado".

El preparador franjiverde reconocía que "cuando se han puesto por delante en el marcador nos han cerrado los espacios. Intentamos darle la vuelta, llevamos la iniciativa, pero el partido resultó feo. Hace mucho tiempo que no veía a un árbitro que permitiera tanto contacto, tanto juego duro y perdida de tiempo".

Entiende que los cambios no llegaron tarde. "Cuando saltaron al campo los hombres de refresco tampoco fuimos capaces de modificar la dinámica del partido. Era muy complicado hacerlo de otra manera porque el partido era trabado", señalaba antes de reconoce que "sufrimos una derrota inesperada y hemos caído de los primeros puestos, pero la igualdad es máxima, todos estamos en un pañuelo y no hay que preocuparse. Cuando íbamos líderes decía que hay que llegar a los 50 puntos y ahora hay que seguir pensando lo mismo. No hay que dramatizar, somos lo que somos y no hay que rasgarse las vestiduras por perder dos partidos seguidos. Hay que seguir igual de humildes y podemos perder ante cualquiera porque somos el presupuesto número 15 de la categoría. Esto es las Segunda División y nuestra obligación está en animar a los jugadores, que lo han dado todo en el campo. Los he dejado en el vestuario abatidos y hay que recuperarlos para el próximo partido en Córdoba".

Insiste una vez más que a pesar de las dos derrota sufridas de forma consecutiva la "segunda vuelta que ha hecho el equipo hay que calificarla de inmaculada. Sumar 37 puntos son muchos y estoy seguro que casi todos los equipos de la categoría les gustaría tenerlos. Duele perder, pero repito, esto es Segunda y el año pasado el Betis llegó a caer hasta en seis encuentro de forma consecutiva. Es momento de estar unidos. No nos podemos venir abajo".