El Elche perdió ayer ante el Almería (1-3) y con esa derrota dijo adiós al liderato en la Liga Adelante. El primer puesto en la tabla era sólo una anécdota y la derrota vivida ayer ante la escuadra andaluza dejó bien a las claras que en esta categoría nadie puede lanzar las campanas al vuelo y que cada triunfo cuesta sangre, sudor y lágrimas llevárselo a las vitrinas. El traspiés es un auténtico jarro de agua fría, semejante a la tormenta que cayó ayer en la ciudad a partir de las diez de la noche.

Los ilicitanos tuvieron delante a un gran rival y la desgracia de comenzar el partido con 0-1 en contra, con una diana de Ulloa que llegó a los 50 segundos de juego. A partir de ahí, los visitantes supieron jugar su partido, mostraron su solidez atrás, se manejaron muy bien por el campo y sin arriesgar mucho lograron dos goles más.

El Elche tuvo sus ocasiones, nunca bajó los brazos, pero ni estuvo acertado arriba, ni tampoco tuvo la paciencia necesaria para levantar la losa que siempre llevó encima el equipo desde el inicio. Además, para colmo de males, nada más empezar la segunda mitad, Rafita hizo el segundo y ya no hubo nada que hacer. Se fue perdiendo la fe en darle la vuelta al marcador y el duelo terminó con 1-3 que deja bien a las claras, quién manejó mejor el duelo y el que se llevó el gato al agua.

José Bordalás avisó el jueves en la sala de Prensa del estadio Martínez Valero que el Almería era un equipo muy sólido, que juega el fútbol que marca un estadista del fútbol como Lucas Alcaraz y que en el momento que te descuidas "te pinta la cara". Lo que no imaginaba el preparador franjiverde es que a los 50 segundos Ulloa iba a ejercer de pintor batiendo a Juan Carlos, tras una bonita jugada de Rafita por la banda derecha. El delantero argentino sólo tuvo que empujar el balón dentro del área pequeña aprovechando el despiste en cadena de la defensa ilicitana.

La mancha pudo aumentar de tamaño si un minuto después Rafita acierta a rematar un centro desde la izquierda de Aleix. Parecía como si el Elche hubiera iniciado el duelo aturdido, bloqueado y fuera de sí. Algo poco habitual en los pupilos de Bordalás. Pero esta sensación apenas duró unos instantes ya que el equipo ilicitano levantó pronto la cabeza y se volcó sobre el área de Esteban.

Sobre el papel, el Almería tenía el partido en el sitio que quería su entrenador Lucas Alcaraz, pero el Elche, animado por su afición, buscó con ahínco el empate sin importarle que podía morir en una contra almeriense.

Perico tuvo el empate en el minuto 5; Acciari remató de cabeza fuera un córner botado por Edu Albacar cuando estaba sólo para batir a Esteban, en el 15; Carpio dibujó una vaselina en el 20 que acabó en la grada por muy poco; Luque vio, en el 28, como el cancerbero almeriense despejaba a córner su potente chut...

Faltaba efectividad y el Elche fue perdiendo un poco la fe en sus posibilidades en la recta final de la primera parte. Se vivieron minutos de zozobra, sobre todo a raíz de una contra bien llevada por Rafita que no se convirtió en gol por muy poco. Pelegrín, en última instancia, sacó el balón de su área.

Los ilicitanos querían, pero no podían ante un rival de calidad, que además tenía la virtud de estar muy bien colocado en el campo. El descanso llegó en un buen momento para aclarar ideas. José Bordalás decidió ayer cambiar de sistema, pasó del 4-4-2 al 4-2-3-1, e introdujo tres cambios en el once inicial. Acciari regresó al once en lugar del sancionado Mantecón, Perico dejó en el banquillo al danés Nicki Bille, mientras que Luismi Loro hizo lo propio con Palanca.

El gol inicial de Ulloa y la tarjeta mostrado a Acciari en el minuto 8, que ponía el listón muy alto al juego al límite de los franjiverde, rompieron todos los esquemas y al Elche le tocó navegar a contracorriente y nunca fue lo que es este equipo cuando se encuentra a tope en un terreno de juego.

El inicio de la segunda mitad tuvo un arranque semejante al del inicio del partido. En el minuto 47, un centro desde la izquierda de Aleix encontró con la desidia de la defensa franjiverde y Rafita lo aprovechó para batir a Juan Carlos, que tampoco hizo por evitarlo.

El Almería parecía tener todo a su favor y Bordalás intentó cambiar la dinámica del duelo metiendo en el campo a Paños y a Nicki Bille. El Elche, fiel a su estilo, trató de morir en el área, pero nunca controló el tiempo del partido.

En el minuto 67, el oriolano Verza dejaba al Almería en inferioridad numérica tras ver su segunda cartulina amarilla y a reglón seguido entraba Linares, que volvía a un terreno de juego siete meses después.

Sin embargo, el milagro de la remontada pasó de largo. El Almería fue matando el partido, Goitom hizo el tercero y el punta Linares tuvo el premio de hacer el del honor franjiverde, que a nivel personal le viene muy bien.