Parece que fue ayer, pero ya han transcurrido dos meses y medio desde que el Elche jugó su último partido oficial en el Martínez Valero con el coliseo franjiverde a rebosar y el ascenso a Primera División en juego. El Granada se llevó el gato al agua y los ilicitanos se vieron obligados a comenzar otra vez de nuevo de cero y con el salto a la máxima categoría como objetivo. Con esa idea en el horizonte el Elche se presenta esta tarde ante su afición como líder de la Liga Adelante tras su contundente victoria en Girona (1-4) en la jornada inaugural. Tras el desazón que supuso quedarse la pasada campaña a las puertas del ascenso este inicio tan prometedor ha levantado la moral de un grupo que está dispuesto a intentarlo de nuevo, aunque se es consciente de que esto no ha hecho nada más que comenzar y la Liga es una auténtica maratón de 42 partidos donde hay que estar bien al final.

La escuadra franjiverde recibe, a partir de las 18 horas (La 7), a un Real Murcia que inició la competición con una derrota, pero de la que no se fía nada. El propio José Bordalás ya ha dejado claro que aunque la victoria en Girona ha sentado bien al equipo, lo anterior no sirve para nada y hay que darlo todo esta tarde en el campo. "Empezar ganando es positivo, pero no te da garantías de nada. El Murcia es un histórico que no hace mucho ha estado en Primera, aunque viene de Segunda B, pero es una entidad importante que ha mantenido el bloque y ha hecho buenas incorporaciones", recordó. El preparador ilicitano parece estar dispuesto a repetir el mismo once que ganó en tierras catalanas con Nicki Bille y Ángel como puntas. Ha citado a sus 20 jugadores disponibles, incluido a Héctor Verdés, que acaba de recibir el alta tras sufrir una lesión en el pómulo a principio de la pretemporada, y del recién llegado Rúper, que ayer por la mañana ya entrenó con sus nuevos compañeros. El técnico deberá descartar a dos.