Todas las suspicacias sobre el intento de compra de David Sánchez por parte del presidente del Granada, Quique Pina, en el partido de vuelta de la última eliminatoria del "play-off" de ascenso a Primera División, disputado en el estadio Martínez Valero entre el Elche y el conjunto granadino el pasado 18 de junio, siguen aumentando casi dos meses después de producirse la polémica. El centrocampista sevillano está a punto de fichar por el Tenerife, un "equipo satélite" que controla Pina y en el que ha situado a Pedro Cordero, que la temporada pasada era el coordinador de la cantera de la entidad granadina, y que ha pasado a ejercer las funciones de director deportivo del cuadro tinerfeño.

Pedro Cordero es un hombre de la total confianza del presidente del Granada y hermano de Juan Carlos Cordero, la otra mano derecha de Pina y el actual secretario técnico del conjunto nazarí. Por todo ello, los rumores que surgieron el día posterior al partido de vuelta de la eliminatoria ante el conjunto granadino sobre que David Sánchez podría recalar esta temporada en el club andaluz y que podría tener un precontrato alimentan más la polémica. Finalmente no va a recalar en el Granada, pero sí en un club que controla y que pretende reflotar Quique Pina como es el Tenerife.

El presidente del equipo verdugo del Elche en la última lucha por el ansiado ascenso a Primera División maneja una empresa de representación de futbolistas junto al italiano Giampaolo Pozzo y controla a equipos como el Udinese a los que este año ha unido el Cádiz y el Tenerife para intentar colocar jugadores y tratar de conseguir su regreso a Segunda División A como ya hizo con el Granada al que cogió en el año 2009 en Segunda División B y ha llevado a Primera.

En caso de confirmarse la noticia, en tierras canarias la daban ayer tarde por hecha y el propio futbolista reconocía que el acuerdo estaba muy cerca, el enfado de todo el entorno del club ilicitano será mucho mayor al ver que las sospechas de Bordalás y de su cuerpo técnico tenían bastantes argumentos sobre un posible un intento de compra por parte de Quique Pina cuando vieron a los representantes del futbolista en la habitación de David Sánchez a pocas horas de disputarse el partido más importante de la historia del Elche en los últimos 20 años.

Además, en una entrevista que recientemente realizaron a Pina a nivel nacional reconoció que los agentes del jugador estaban hospedados en el mismo hotel que el Granada.

La única explicación que dio el futbolista en aquel instante fue que habían ido a entregarle la declaración de la renta, mientras que los agentes señalaron que habían ido a recoger unas entradas, versiones contradictorias que llevaron a Bordalás a dejarlo fuera de la convocatoria.

"Ni se han escondido"

Algunos miembros del cuerpo técnico del Elche recibían ayer con rabia esta noticia, pero a su vez señalaban que era una cosa que estaba muy clara. "Es que ni se han escondido. Pensábamos que Quique Pina iba a disimular y llevarlo a otro club y no al Cádiz o al Tenerife, que él controla, pero, al final, no han tenido ni vergüenza, ni se han escondido".

Otra de la curiosidades que trajo este lamentable supuesto suceso fue el hecho de que David Sánchez, ante las duras acusaciones del cuerpo técnico y la decisión de dejarlo fuera de la convocatoria en el partido más importante de la temporada, cuando en la segunda parte del campeonato había sido un jugador muy importante y el revulsivo del equipo ilicitano en la mayoría de los partidos, no se defendiera ante la "mancha" que iba a tener en su carrera profesional, no quisiese realizar declaraciones y simplemente dijera: "El tiempo pondrá a cada uno en su sitio".

Ahora, con su más que probable fichaje por un club que controla Quique Pina a través de personas de su confianza, deja en un lugar, al menos sospechoso, al jugador sevillano.