La ausencia del centrocampista David Sánchez en la convocatoria del encuentro disputado el pasado sábado entre el Elche y el Granada en el Martínez Valero, con el ascenso a Primera División en juego, sorprendió a todos, incluido a los aficionados que llenaban el coliseo franjiverde, porque el jugador andaluz se había convertido, por méritos propios, en una pieza clave y era utilizado por Bordalás como revulsivo en las segundas partes.

El centrocampista sevillano era el primer recambio cuando la situación se ponía cuesta arriba y su sociedad con el goleador Ángel había sido clave en las remontadas que el Elche ha realizado en la segunda vuelta del campeonato y que han llevado al equipo a jugar la promoción de ascenso junto con Celta, Valladolid y Granada.

El preparador franjiverde señaló en la rueda de Prensa posterior al encuentro frente al conjunto granadino que su ausencia había sido por una "decisión técnica". Sin duda alguna, una versión para salir del paso, máxime cuando ayer fuentes del club confirmaban que el sábado, en las horas previas al duelo ante el conjunto nazarí, sobre las cinco de la tarde, fue sorprendido en la habitación del hotel Milenio con una persona, que dijo ser su representante y que se llama Rafael Zurro.

Los futbolistas tienen prohibido que nadie tenga acceso a los aposentos cuando se encuentran concentrados y mucho menos cuando se estaba delante de el partido más importante del Elche en los últimos 23 años.

A Bordalás no le gustó nada que el jugador estuviera acompañado en su habitación y le pidió una explicación. Por otra parte, Javier Vidal, segundo técnico franjiverde, dialogó con el citado Rafael Zurro solicitando una versión de los hechos que fuera convincente. Mientras que, uno comentó que estaba cumplimentando la declaración de la renta, el otro dijo que era para coger unas entradas.

Además, el citado representante dijo que estaba hospedado en el mismo recinto que los futbolistas del Elche sin saberlo y la reserva la había hecho cuatro días antes, cuando en realidad se había realizado la jornada anterior, según fuentes del club ilicitano.

El malestar dentro del cuerpo técnico fue grande porque se sospechó que el futbolista se podía haber vendido, o incluso, podría tener un precontrato con el Granada para la próxima temporada. Por ello, optó por prescindir de David Sánchez.

Bordalás era consciente de que dejaba fuera a un futbolista clave en sus esquemas y a una de las bazas más importantes que tenía el equipo para las segundas partes, cuando los rivales dejan huecos y bajan su rendimiento físico.

El preparador también se sintió un tanto molesto con el jugador porque entiende que ha sido el Elche el que lo ha recuperado para el fútbol y lo ha puesto otra vez en el candelero después de estar una temporada sin jugar.

En la Liga, David Sánchez jugó 28 partidos y completó 1.272 minutos de juego. Llegó en pretemporada a prueba después de estar parado durante una temporada tras pasar por el Timisoara. No comenzó entrando en los planes de Bordalás, pero a medida que avanzaba la temporada fue ganando su confianza sobre todo en las segundas partes.

Este periódico quiso conocer ayer la versión del futbolista, pero durante todo el día tuvo su teléfono cerrado. Apuntar que al final del encuentro no regresó con sus compañeros en el autobús que los llevó hasta el hotel.

Llamadas telefónicas

Ante un partido tan importante las suspicacias siempre están a flor de piel y dentro del vestuario franjiverde resultaron muy intensas las horas previas al encuentro Elche-Granada, ya que los jugadores pusieron en conocimiento del club que estaban recibiendo numerosas llamadas telefónicas intentando coaccionarles de cara al citado encuentro.