"Los tengo engañados". Así se expresaba Marcos Abad, entrenador de los porteros del Elche, al ser preguntado p0r los motivos que le llevaron a ayer a jugar con los arqueros Jaime, Leandro y Miguel a una especie de "gallinita ciega". Un ejercicio en los que uno de ellos se tapaba los ojos con un antifaz y el resto le lanzaba balones a su cuerpo para obligarle a reaccionar de forma inmediata. No se trata de pillar al compañero, como el tradicional juego que reflejó en su famoso cuadro Francisco de Goya, sino de "provocar que el portero que está con los ojos vendados reaccione y tome una decisión", apuntaba Abad antes de reconocer que "se trata de provocar una situación que luego puede aparecer en un partido de competición. Muchas veces el meta no lo ve el balón cuando llega a sus dominios y otras rebota en un compañero o en un rival y hay que tomar una decisión rápida". Jaime, el portero titular franjiverde, elogia estos métodos de trabajo de Marcos Abad y considera que "todo va encaminado a ganar unas décimas de segundos que luego son vitales a la hora de evitar que el balón vaya o no dentro".

El cancerbero franjiverde confiesa que "a lo largo del año hemos hecho infinidad de ejercicios que rompen la monotonía del día a día y que te ayudan para la hora de la verdad. Hemos trabajando los reflejos lanzándonos todo tipos de balones y pelotas, desde los de balonmano, hasta las de tenis. Todo ello no permite estar sumamente enchufados cuando estamos a las puertas de jugarnos el ascenso".

Los métodos siguen sorprendiendo en cada entrenamiento. Los tres arqueros también han realizado en otras ocasiones ejercicios de intimidación y antimiedo. Abad utiliza máscaras para la cara para este cometido. En otras ocasiones ensaya las salidas en los disparos de córner de sus porteros. Así, intimida a sus pupilos simulando las marrullerías que se dan en los saques de esquina. Se trata de potenciar los cinco sentidos.