José Bordalás reconoció ayer en sala de Prensa que "la semana había sido dura" tras la derrota en Salamanca pero con el paso de los días el grupo ha asimilado el revés y se muestra esperanzado. "Tenemos la ilusión intacta y esa derrota no varía nada. El equipo tiene unas ganas inmensas de hacer algo grande; está unido y, en ese sentido, estoy muy tranquilo. Mentalmente estamos preparados para afrontar este duelo y los jugadores tienen unas ganas tremendas de que llegue la hora del partido y de competir".

No obstante, avisa del potencial del rival y señala que "ganar no será nada fácil". Entiende que para sacar los tres puntos adelante "debemos ser conscientes de que establos obligados a dar nuestra mejor versión". No quiere confianzas e insiste en que "no nos fiamos de ningún rival" antes de recordar que "el Schalke 04 se presentaba como la cenicienta en la Liga de Campeones y, sin embargo, ha llegado a la semifinal eliminando a equipos como el Inter", refiriéndose a que no hay enemigo pequeño y al hecho de que el Alcorcón sólo ha ganado dos partidos lejos de su estadio.

Explica el preparador franjiverde que "no hay que analizar a los rivales por la clasificación o la historia. La Segunda es así de dura y para ganar hay que darlo todo, saltar al campo con humildad y sabiendo que no nos los van a poner fácil. Tenemos que ser nosotros mismos".

Bordalás insiste en que el Alcorcón, con la permanencia asegurada, "no tiene ni la necesidad ni la presión de conseguir un objetivo mayor. Está haciendo una magnífica temporada y no tiene la necesidad que podemos tener otros, por lo que se hace un rival doblemente complicado. Están salvados y van a jugar con mucha confianza, lo cual nos obliga a nosotros a estar más centrados".

El técnico del conjunto ilicitano considera que los tres partidos que el Elche tiene que disputar en apenas una semana, contra Alcorcón, Rayo Vallecano y Villarreal B, son "vitales, pero para nosotros no son finales, aunque van a tener mucha importancia y debemos tenerlo muy claro".

En esa línea, el entrenador franjiverde no quiere ningún tipo de relajación, el equipo está bien, realizando buenos partidos, pero aún queda el momento decisivo de la competición. "No hay nada hecho para nadie, no hemos conseguido nada y va a ser muy difícil para todos esta recta final. En esta categoría cualquiera te puede ganar y hasta el Betis estuvo cinco partidos perdiendo y nos puede pasar a nosotros", sentencia.