Parodiando la novela de Gabriel García Márquez titulada "El coronel no tiene quien le escriba", el Elche en Sevilla, en el partido del próximo sábado frente al Betis, que dará comienzo a las 18 horas, no tiene quien lo dirija. El sábado fueron expulsados tanto su entrenador, José Bordalás, como el preparador físico José Antonio Sarrió y el segundo técnico Javier Vidal. Todo apunta a que en el banquillo del Benito Villamarín se sentará el preparador de porteros Marco Abad, que habitualmente es el encargado de grabar los partidos del Elche con su cámara desde la grada para luego analizarlos con la plantilla durante la semana.

José Bordalás fue expulsado el sábado por el colegiado andaluz Melero López, en el minuto 69, según reza el acta, por "protestar, airadamente, una decisión mía, al mismo tiempo que levantaba ambos brazos, realizando aspavientos de forma despectiva".

En el mismo instante, y por el mismo motivo, tuvo que abandonar el banquillo el preparador físico José Antonio Sarrió. Fue a raíz de una falta clara del lateral Botelho, que el árbitro pasó por alto ya que no quiso sacarle al jugador del Cartagena su segunda cartulina amarilla, que hubiera significado su expulsión.

Además, una vez finalizados los primeros cuarenta y cinco minutos del duelo ante el equipo departamental, también fue expulsado el segundo entrenador Javier Vidal por el siguiente motivo: "Cuando abandonaba el terreno de juego, en el descanso, se dirigió hacia mí protestándome insistentemente y de forma despectiva una de mis decisiones, por lo que fue expulsado".

Además de los tres miembros del cuerpo técnico del Elche, causarán baja en el partido ante el Sevilla, por acumulación de cartulinas amarillas, Acciari, Edu Albacar y Héctor Verdés, que fueron amonestados el sábado en el partido ante el Cartagena y les tocará descansar. Bordalás se verá obligado a variar el once inicial al menos en tres jugadores ante uno de los equipos más potentes de la categoría.