Hace no demasiados años, la cantera del Elche podía presumir de crear a futbolistas de la talla de los hermanos Puche o Lico, pero, con el paso del tiempo, las perlas de esta mina fueron perdiendo parte de su brillo. Por eso, el descenso de categoría del Ilicitano y la falta de recursos económicos para concretar grandes traspasos han ejercido de revulsivo para impulsar un ambicioso proyecto de renovación en el fútbol base franjiverde. De esta forma, con Antonio García Hita al frente, con caras tan conocidas como Tomeu Llompart, Chema Payá o Carlos Muñoz y con un presupuesto de alrededor de 500.000 euros, el club ha decidido asumir este reto y crear una infraestructura que le permita, a través de un completo trabajo físico, técnico y táctico, ascender al primer equipo a 3 ó 4 jugadores de primer nivel en un plazo de 4 años.

Para afrontar este reto, García Hita asegura tener el apoyo de la directiva, con José Sepulcre y Juan Carlos Ramírez a la cabeza. Pero, además, sabe que es necesaria la ayuda de las peñas del Elche y el asesoramiento de aquellas personas implicadas con el deporte local, como Ramón Bernad, que encabezará una mesa de apoyo. Del mismo modo, con el objetivo de atraer a los jóvenes más prometedores de la zona, esta infraestructura contará con un equipo de ojeadores, capitaneados por Gaspar Campillo, que recorrerán los campos de las provincias de Alicante, Murcia y Albacete.

Pero, sobre todo, este nuevo reto se centrará en la preparación física de los futuros jugadores. Para ello, contará con la figura de Manolo Sempere que, de forma coordinada con el preparador del primer equipo, Javier Vidal, y con un nuevo gimnasio exclusivo para el fútbol base ilicitano, que les permitirá crear programas específicos de trabajo.

Con todo este sistema, los niños podrán ir ascendiendo por los dos equipos que existirán en cada una de las categorías hasta recalar en el Torrellano, que por ahora estará vinculado al club hasta que se convierta en filial y que acogerá a los jugadores de 20 a 21 años con mayor proyección. Sobre los nombres actuales, como Raúl Albentosa o Josete, todavía no se sabe su futuro, pero lo que sí se conoce es que los más de 100 técnicos que conforman este proyecto aspiran a convertirse en auténticos mineros de una cantera de jóvenes promesas.