El consejero delegado del Elche, Juan Carlos Ramírez, sorprendió ayer con unas declaraciones donde atacaba duramente al mediapunta Jandro que ha estado los dos últimos meses apartado del equipo y que rescindió el año y medio que le restaba de contrato el pasado miércoles. El dirigente franjiverde explicó que al jugador asturiano "se le apartó del equipo, primero, porque técnicamente no estaba al nivel que el Elche exigía, segundo, porque no ponía interés en incorporarse, y tercero, porque su vida profesional deja mucho que desear".

Ramírez señaló que "en principio no teníamos la intención de hablar nada sobre el tema", pero después de las declaraciones del futbolista en este periódico, en las que no dijo nada fuera de tono, decidió hacerlo.

Su exposición comenzó de esta manera: "Después de contratarlo, por donde voy tengo informes negativos sobre su profesionalidad. Luego, en pretemporada apareció con cinco o seis kilos de más. Su implicación en los entrenamientos, en la etapa de Claudio, no era todo lo que hubiéramos deseado. Luego, con Bordalás, entendimos que la entrega en las sesiones de trabajo era más que dudosa. A continuación, en diciembre, tras las vacaciones de Navidad, apareció con tres kilos de más. A partir de ahí tomamos la decisión de apartarlo, máxime cuando nos llegan comentarios que realiza en el vestuario donde dice que él tiene un contrato alto y que aquí el que manda es él. O sea, intenta manejar el vestuario para su conveniencia, arrastrando a futbolistas más noveles y con menos experiencia. Todo ello, motivó que se le apartará del equipo".

A continuación, Ramírez fue más allá y no dudó en afirmar que "además su vida privada no es del todo buena para un jugador de fútbol. Me consta, que más de una vez su mujer ha ido a llorar a casa de compañeros... En fin, vamos a dejarlo ahí".