Cuarenta y ocho árboles agonizan en el puerto de Alicante al carecer de permiso para entrar en España

Los ejemplares de ceiba, procedentes de Paraguay, permanecen en doce contenedores desde febrero a la espera de que el Ministerio de Agricultura resuelva el recurso planteado por el vivero ilicitano que los ha comprado

Operació de carga de uno de los árboles en Paraguay.

Operació de carga de uno de los árboles en Paraguay.

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Un enredo administrativo amenaza con cobrarse la vida de 48 árboles de grandes dimensiones que agonizan apilados en el interior de doce contenedores en el puerto de Alicante. Los ejemplares de ceiba, procedentes de Paraguay, permanecen en estas condiciones desde el pasado 6 de febrero, a la espera de que el Ministerio de Agricultura, que denegó su entrada en España por motivos fitosanitarios, resuelva el recurso planteado por el vivero ilicitano que los ha importado.

El periplo de los árboles, con todo, arrancó mucho antes. A instancias de Viveros Valero e Hijos, de Elche, realmente fueron cargados en el mes de noviembre en Paraguay, desde donde salieron del puerto de Asunción un mes después. A partir de ahí, cinco días de travesía en barcazas por el río Paraguay hasta el de Paraná, y desde ahí por el río de la Plata hasta alcanzar el puerto de Montevideo en Uruguay. Allí, cambio de buque en una operación que se prolongó otros siete días, para iniciar a continuación una travesía oceánica de otros 40 días hasta entrar en el Mediterráneo y alcanzar el puerto de Alicante en febrero.

Y es ahí donde empiezan las complicaciones. Miguel Agulló, presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos y Graduados en Ingeniería Agrícola de Alicante, que actúa como asesor del vivero, explica que la inspección llevada a cabo en el puerto alicantino no aprobó los certificados fitosanitarios de origen, aún cuando unos certificados muy similares fueron aprobados en importaciones anteriores llevadas a cabo justo un año antes. En aquel momento, subraya, se inspeccionaron y aprobaron, tras dos tratamientos fitosanitarios, estando esos ejemplares sanos y en perfecto estado en el vivero que ahora espera a los que permanecen en el interior de los contenedores.

Además, señala que el ministerio ha admitido la importación de árboles similares en Algeciras, València, Cataluña y el propio puerto de Alicante para otros importadores, con idéntica procedencia de Paraguay.

Con todo, Agulló destaca que, tras la denegación del permiso, lo único que se le ofreció al vivero por parte del ministerio fue la devolución a origen de los contenedores o, directamente, la destrucción de los árboles, opciones ambas que han sido rechazadas.

En su lugar, el vivero interpuso el 14 de febrero un recurso de alzada ante el propio ministerio que, a día de hoy, y esa es la principal queja, sigue pendiente de respuesta. Para el asesor de los viveros, esta situación está provocando una «indefensión absoluta», agravada por el hecho, añade, de que el silencio administrativo en España es negativo o, lo que es lo mismo, comporta el rechazo del recurso. En este caso, el plazo que tiene el ministerio para contestar expira el 14 de mayo, aunque, lamenta Miguel Agulló, «no existen esperanzas, dado el tiempo transcurrido, de que haya otra cosa que silencio administrativo o, lo que es lo mismo, indefensión».

Y lamenta que esta lentitud a la hora de resolver el recurso esté poniendo en serio peligro la supervivencia de los árboles. Según explica, solo caben entre tres y cinco ejemplares por contenedor de 40, equivalente a la caja de remolque de un camión trailer. «Son grandes ejemplares que, de no se rescatados para su empleo en jardinería, habrían sido eliminados en sus sábanas de origen», enfatiza.

De ahí que, ante el riego de que acaben muriendo, se haya solicitado sin éxito la apertura inmediata de cada uno de los doce contenedores, a fin de revisar el estado de los árboles y aportar cuidados de mantenimiento para intentar su supervivencia. La última petición, directamente al director general de Sanidad de la Producción Agraria del propio Ministerio de Agricultura, fue remitida este pasado lunes. 

Gastos elevados

Aparte de todo ello, el vivero ilicitano ha mostrado su desesperación por los elevados gastos que implica mantener los árboles en los contenedores retenidos, a razón de unos 300 euros al día cada uno de ellos

El importador, pese a todo, no piensa arrojar la toalla, y ya anuncia la interposición de un contencioso, en el caso de que, como parece más que probable, se deniegue el recurso o se consume el silencio administrativo.

Por su parte, desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se argumenta que la entrada de estos árboles ha sido denegada «porque no cumplen las normas para ser importados en la Unión Europea, de acuerdo con la normativa comunitaria en materia de sanidad vegetal». Las mismas fuentes indican que al operador se le dio la oportunidad de devolver los ejemplares al lugar de origen o transportarlos a otro destino.

Queja al Defensor del Pueblo para acceder a los contenedores

El vivero ilicitano que ha importado los árboles ha remitido una queja al Defensor del Pueblo, para que inste a las autoridades de Sanidad Vegetal de las que dependen las instalaciones del puerto de Alicante a que se permita el acceso a los contenedores, para que se les pueda dispensar a los ejemplares de ceiba los cuidados necesarios para su supervivencia. Una petición que se realiza con independencia del recurso de alzada interpuesto y de las acciones que se puedan adoptar de forma posterior a la resolución ministerial. 

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