La antesala del debate sobre el aeropuerto de Alicante-Elche: una temporada alta de récord

Aena prevé para el Miguel Hernández 14,2 millones de asientos en el periodo que va desde el 31 de marzo al 26 de octubre

Esta próxima semana se conocerá el informe de impacto de la infraestructura alicantina

La pista de Alicante-Elche cuenta con el primer 'street art', de Aena.

La pista de Alicante-Elche cuenta con el primer 'street art', de Aena. / Pep Morell /Efe

El cambio de hora marca en los aeropuertos las temporadas. Así la de verano empezó oficialmente el 31 de marzo y concluirá el 26 de octubre y, desde entonces hasta ahora, las previsiones para el sector turístico son de récord. De hecho esta semana, la provincia y, por extensión, la Comunidad Valenciana, han vuelto a vivir otro derivado de la llegada de turistas extranjeros en marzo y durante el primer trimestre. 

En lo que llevamos de año, las estimaciones que hace el Instituto Nacional de Estadística a través de una encuesta (Frontur) indican que más de 1,4 millones de visitantes de otras nacionalidades apostaron por la Costa Blanca. La tendencia confirma, además, que su entrada supone una importante inyección de divisas (1.030 millones en la autonomía valenciana) que se empieza a alargar en el tiempo (más de 9 días de media). 

Con este reciente panorama estadístico, nadie puede dudar de que el aeropuerto de Alicante-Elche es la principal puerta de entrada. La infraestructura aeroportuaria batió su récord en 2023 con 15.747.678 pasajeros. El crecimiento fue del 19,2 % respecto al año anterior y de 4,6 %, en referencia al anterior año de la pandemia (2019).

El peso de los datos

Ahora las previsiones de Aena para el Miguel Hernández de cara al verano, son de un 13,1% más de asientos respecto al mismo periodo de 2023. También se han programado un 12,4% de vuelos. En términos absolutos, las aerolíneas han anunciado para la terminal alicantina 14,2 millones de asientos y 77.000 vuelos durante las 30 semanas que dura este año la temporada estival aeroportuaria. 

En estas cifras, están tanto las llegadas como salidas; sin embargo, para entender el movimiento que afronta esta infraestructura conviene simplificar a las llegadas. El Patronato Costa Blanca trabaja sobre un escenario de 6,9 millones de plazas ofertadas para un plazo más ajustado (abril-octubre), un millón más que el verano pasado. Sobre los cielos de la provincia, veremos aterrizar en la actual y única pista 37,962 vuelos que operan sobre 231 rutas aéreas. 

Aunque la programación de asientos y movimientos está siempre sujeta a cambios por parte de las aerolíneas, el mapa de compañías es claro. Según los datos de la institución turística provincial, Ryanair cuenta con 91 destinos para la temporada alta. Le sigue Easy Jet con 22, las mismas que Norwegian, 17 de Vueling y 11 de Jets2. Por debajo de la decena de destinos, operan SAS y Wizz Air (8 cada una respectivamente), Eurowings y TUI Airways con 7 y la relación la completan otras 20 más.

El antecedente de Manises

Estos apuntes sacan a la luz el dinamismo en el que ha entrado la pista alicantina que, además, ha logrado índices de calidad de excelencia en el ranking europeo. Sin duda, se trata de previsiones que alimentan las peticiones de los agentes sociales, especialmente en el campo del empresariado. El antecedente está en València, donde la Cámara de Comercio de la ciudad del Túria presentó el pasado 23 de abril el informe del impacto del aeropuerto de Manises. De acuerdo con el documento, el aeródromo valenciano prevé duplicar el volumen de pasajeros y pasar de los 9,9 millones en 2023 a 17,3 millones. 

El estudio estimó un ingreso extra de mil millones y un impacto directo en el empleo a través del gasto efectuado por los nuevos visitantes cercano a los 17.500 puestos de trabajo al año. Todos los números corresponden a un «escenario neutro», dado que en el que considera optimista los volúmenes alcanzan, respectivamente, hasta los 21,3 millones, los 1.700 millones y los 28.860 empleos. 

El documento apunta a que, sin la ampliación, dejarían de llegar al aeropuerto de Valencia 4 millones de pasajeros cada año. De esa cantidad proceden los mil millones anuales que se dejarían de inyectar en el territorio. La Cámara de Comercio también destacó sus efectos sobre la renta (en términos de Valor Añadido Bruto) de la provincia valenciana: más de 933 millones de euros al año, de los cuales 620 son directos, 186, indirectos y 127 millones inducidos. 

Es de esperar que la próxima semana, los indicadores sigan el mismo patrón, pues al fin y al cabo los equipos de estudios comparten matriz. Lo que a buen seguro será diferente son los volúmenes. El aeropuerto de Alicante-Elche se mueve en el «top five» de España y por encima de los 15 millones. 

El ministro Óscar Puente, en un acto en el puerto de Valencia junto a Carlos Mazón.

El ministro Óscar Puente, en un acto en el puerto de Valencia junto a Carlos Mazón. / Daniel Tortajada

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón; el de la CEV, Salvador Navarro; el propio de la Cámara alicantina, Carlos Baño y otros tantos, han evidenciado que la petición llega con el tiempo suficiente o justo para que toda la maquinaria administrativa se ponga en marcha. 

Son muchos los obstáculos burocráticos a salvar, amén de la propia financiación para esa posble segunda pista; pero lo que preocupa en la provincia es el tiempo. Hay muchos espejos en los que mirar con temor, cuando de desarrollos de ordenamiento urbanístico se trata. Muy cerca del aeropuerto, el empresariado ilicitano sufre la lenta y tortuosa ampliación del parque empresarial. Por activa y pasiva se ha denunciado el embrollo administrativo en el que se ha envuelto una demanda de suelo que implica perder puestos de trabajo e inversiones por cada día que pasa. 

Luego está la amarga experiencia de la estación intermodal de Alicante que llega 20 años de conversaciones y proyectos. Por último, está el Corredor del Mediterráneo que, aunque parece que coge velocidad, ha venido después de numerosas protestas y reivindicaciones empresariales (plataforma mediante) encabezada por la asociación empresarial AVE.

La aspiración de planificar y adelantarse a las necesidades ha quedado, por el momento, a expensas de que los «criterios técnicos» lo demuestren, según apuntó en su momento el ministro de Transportes, Óscar Puente.

Las cartas se destaparán a lo largo de los próximos siete días, pues primero se presentará el informe de impacto; segundo, se le entregará al ministro (esa es la previsión) y tercero, el titular de Transportes analizará las conexiones y las infraestructuras de la provincia en el Foro Alicante. Tres días de antesala y tres de información.

Guía para evitar las «fake news» en el debate del aeropuerto

La próxima semana y, probablemente, a lo largo de esta legislatura la posibilidad de que el aeropuerto Alicante-Elche necesite una segunda pista ocupará parte del debate sobre las infraestructuras necesarias para la provincia de Alicante. Aquí, se apuntan varias cuestiones que pueden servir de guía para interpretar las informaciones y las declaraciones. 

Sobre Aena, conviene saber que esta empresa pública se financia con las tasas aeroportuarias y no por presupuestos. En la actualidad, la entidad cobra una media de 40 céntimos de euro por pasajero en toda España. Estas tarifas entraron en vigor el pasado 1 de marzo y son inferiores a las de 2019. Entre 2015 y 2023, las tarifas de Aena bajaron nominalmente un 11 %. En ese periodo, la inflación fue del 21 %. De momento, la marcha positiva del turismo también le he está sirviendo para arrancar en positivo el año. Esta misma semana se publicaron los datos del primer trimestre que arrojaron un beneficio de 261 millones de euros, frente a los 133,6 millones del mismo periodo del año pasado. Así que la financiación de una segunda pista pasa por el Gobierno de España.

Segunda cuestión. Para cualquier planificación de esta envergadura, hay que diferenciar entre el Plan Director y el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA). El primero se ocupa exclusivamente de la planificación y el segundo de las inversiones. Para el aeródromo alicantino, encontramos que el vigente data de 2001 y su revisión en 2019 fue el que encendió las alarmas al toparse con informes contradictorios por parte de la Generalitat Valenciana. En concreto, la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental dictó que la segunda pista era «totalmente incompatible con el espacio protegido y zona húmeda catalogada como Saladar de Agua Amarga». En términos medioambientales, resulta fácil adivinar que la oposición de los grupos ecologistas será férrea. 

En este documento es el que se fijan los «horizontes» o umbrales de crecimientos. Esa será una de las claves a tener en cuenta, pero también hay que tener en cuenta que esos parámetros son orientativos. ¿Qué tienen en la retina los empresarios alicantinos? Málaga que opera con dos pistas y el año pasado superó la barrera de los 23 millones de pasajeros. La realidad es que los otros tres aeropuertos que están por encima de El Altet (Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca), todos, cuenta con más de una.

El otro documento, el DORA, responde a la planificación inversora. Tiene un carácter quinquenal. Actualmente, está vigente el segundo que va del periodo de 2022-2026. Es un documento público que marca que la capacidad de la infraestructura alicantina es de 19 millones y, con mucha probabilidad, sea el nuevo acrónimo a tener en cuenta durante el debate de los próximos días. 

En este texto, Aena ya trabaja y será fundamental estar para cualquier ampliación que se haga en la Comunidad Valenciana, sea del tipo que sea.

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