La nueva terminal de mercancías del puerto de Alicante mueve 19.000 contenedores en seis meses

Un total de 19.000 contenedores con 115.000 toneladas de mercancías. Ese es el movimiento que ha generado en solo seis meses la nueva terminal del grupo JSV en el puerto de Alicante, una infraestructura que promete convertirse en un factor clave de crecimiento para el propio recinto portuario. La inauguración oficial tuvo lugar en la tarde de ayer, en un acto en el que los responsables de la compañía subrayaron que la nueva línea marítima con Turquía y la conexión ferroviaria con el norte de España son sus próximos objetivos.

Fue el pasado mes de octubre cuando JSV empezaba a operar en la nueva terminal tras invertir alrededor de 11 millones de euros en la adecuación de la infraestructura. Tiene una superficie de 70.000 metros cuadrados y capacidad para unos 6.000 contenedores, además de para otros 250 denominados «reefer», de temperatura controlada. Asimismo, cuenta con dos grúas pórtico que levantan 68 toneladas de peso cada una, con cabinas giratorias para poder trabajar con mercancías especiales, algo en lo que el grupo JSV se ha especializado desde su fundación hace ya 30 años con el diseño y patente de contenedores adaptados a cada tipo de mercancía.

Un complejo, en definitiva, que ya está ofreciendo unos rendimientos extraordinarios, dado que según los datos facilitados desde la Autoridad Portuaria, en estos seis meses ya se han movido 115.000 toneladas de mercancías a través de 19.000 contenedores, principalmente con las dos líneas marítimas tradicionales que la naviera tiene con Canarias.

La compañía está moviendo en la terminal unos 1.100 contenedores a la semana, si bien la previsión es la de llegar a los 1.600 a lo largo de este mismo año. Con todo, el objetivo es superar esta cifra de forma progresiva, a medida que vayan poniéndose en marcha los diferentes proyectos en los que está trabajando la firma.

JSV, asimismo, es un operador logístico que combina el transporte marítimo con el ferroviario. De ahí que otra de sus pretensiones sea la de generar un entramado de conexiones por tren en torno a la terminal para ofrecer soluciones de transporte multimodales y flexibles. En este sentido, el pasado mes de marzo ya entraba en servicio una linea que conecta el puerto con Madrid, de una frecuencia semanal, lo que permite colocar en Alicante mercancías de la zona centro de España y a la inversa.

Pues bien, de todo ello se habló ayer durante la inauguración oficial de la terminal, un acto al que asistieron trabajadores y clientes de JSV, además de representantes de la comunidad portuaria. En un recinto delimitado a base de contenedores, la CEO del grupo, Sonia Herzog, agradeció la colaboración y apoyo del puerto para acometer la iniciativa, subrayando que «pensábamos que esta iba a ser la culminación de un proyecto de vida, y nos hemos dado cuenta de que es el principio de todo».

En este sentido, anunció que entre los principales objetivos de la empresa figuran llevar hasta Alicante la línea marítima que ya tiene operativa con Turquía, y que hace escala en Barcelona, Sagunto y Valencia. El otro propósito prioritario, añadió, es la conexión ferroviaria con el puerto seco que JSV tiene en Miranda de Ebro, lo que abrirá las puertas del norte de España y el resto de Europa.

Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Rodríguez, no dudó a la hora de señalar que la inauguración de la terminal «es el preludio de algo muy grande que vamos a conseguir entre todos», sobre la base de que va a llevar al puerto «por una senda de crecimiento muy ilusionante». De hecho, resaltó que el hecho de contar con dos terminales de contenedores sitúa al recinto portuario alicantino en una posición competitiva muy importante. También destacó las gestiones que se están llevando a cabo para crear una gran estación intermodal conectada al Corredor Mediterráneo.

El acto, que contó con la actuación del armonicista Antonio Serrano y del tenor y humorista José Manuel Zapata, también sirvió para rendir homenaje al presidente de JSV, Antonio Herzog. Asimismo, y en un guiño a Alicante, se quemó una hoguera de la que se indultó el «ninot» del propio Herzog.