La campaña de la declaración de la renta se encuentra ya en el último tramo para la elaboración y presentación, puesto que el plazo concluye el próximo 2 de julio. Son muchos los contribuyentes que apuran hasta el final para presentar su declaración. Aquí van algunas pautas que permiten aprovechar al máximo todas las deducciones y reducir así, si es el caso, las cantidades a pagar.

Planes de pensiones

La última reforma tributaria hace que los ingresos a los planes de pensiones puedan desgravarse de la base imponible del IRPF, siempre con el límite de 8.000 euros como aportación máxima. Para aquellos que se encuentren acogidos al régimen especial para partícipes con discapacidad, el límite queda ampliado hasta 24.250 euros.

Salarios en especie

La carga fiscal se reduce con la posibilidad de cambiar retribuciones en metálico por conceptos como pagos por manutención, tarjetas restaurante o seguros sanitarios. Todos estos pagos deben estar regulados a través de convenios colectivos o acuerdos de empresa entre la compañía y los trabajadores.

Despidos improcedentes

Si un trabajador ha recibido indemnización por un despido, debe incluirlo y tributarlo en la declaración de la renta. En el caso de los despidos no pactados y los no debidos a causas económicas, hay indemnizaciones exentas de tributación, con un límite máximo de 180.000 euros.

Compra de vivienda

La compra de vivienda habitual tiene todavía efectos fiscales. Si la adquisición de vivienda se realizó antes de 2013, el contribuyente podrá deducirse hasta un 15% de la cuantía aportada, siempre con el límite máximo de 9040 euros al año. Si se posee una vivienda destinada al alquiler a terceros, es necesario saber que la Agencia Tributaria controla los arrendamientos turísticos.