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De media

Los nuevos jubilados de la provincia cobran de media 19,61 euros menos al mes que los de 2014

La precariedad, las lagunas en la cotización por el paro que generó la crisis y los efectos de la reforma recortan las cuantías de los que se retiran en los últimos años

Los nuevos jubilados cobran 19,61 euros menos al mes que los de 2014

Bajada de salarios, mayor precariedad laboral y largos periodos de paro -a veces, alternados con contratos de corta duración-, como consecuencia de la intensa crisis económica y las reformas, se han convertido en los últimos años en un conjunto de factores adversos que han supuesto un recorte de la cuantía de jubilación para muchos de los trabajadores cuya edad estaba entonces más cercana al retiro laboral. De hecho, los alicantinos que se jubilaron el pasado año cobraban de media 19,61 euros al mes menos de pensión que los que lo hicieron en 2014.

Los datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) reflejan que la prestación de los trabajadores de la provincia que causaron alta como jubilados en 2017 (un total de 8.200) se situó en los 1.193,03 euros al mes como media en el año. Sin embargo, la de los que lo hicieron en 2014 (un total 7.396) ascendía a 1.212,64 euros al mes de media.

Diez años después de la profunda recesión que ha sufrido la economía española, que supuso en los primeros años un goteo de cierres de empresas, de despidos laborales y de bajada de salarios, «ahora, estamos viendo otras de las consecuencias de la crisis, en el caso de las pensiones», según señalaba Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina. Y es que uno de los colectivos que más acusaron sus efectos fue el de los trabajadores mayores de 50 o 55 años que se quedaron sin empleo, «convirtiéndose, en muchos casos, en parados de larga duración ante la falta de oportunidades de trabajo. Una situación que les hizo acumular lagunas en su cotización, lo que, a la larga, ha influido en un recorte en la cuantía de sus pensiones», añadía Yaissel Sánchez. La dirigente de UGT también hacía alusión a cómo los efectos de la reforma laboral de 2012 son alargados y no sólo «son dañinos para los trabajadores en activo, sino, para los entran en en el momento de la jubilación». Y advierte de que aquella reforma laboral también introdujo un endurecimiento de las condiciones «para el acceso a las prestaciones del paro y que afectó a los desempleados de más de 50 años».

Protestas por el 0,25%

Tampoco supuso un escenario futuro más positivo la aprobación de la reforma de las pensiones en 2011, que ampliaba la edad de jubilación de los 65 años a los 67 y aumentaba el cómputo para calcular la pensión de los 15 a los últimos 25 años trabajados para percibir el 100% de la pensión. Su aplicación, sin embargo, todavía no es completa, ya que se realiza de forma progresiva desde 2013 que entró en vigor. Por contra, sí fueron inmediatos los efectos de la reforma de las pensiones de 2013. Una normativa que supuso desligar la actualización de las prestaciones con la evolución del IPC y establecía un índice de revalorización fijo del 0,25%, además de introducir el factor de sostenibilidad, que vincula las pagas a la esperanza de vida. Dos de los motivos por los que los pensionistas y los sindicatos vienen convocando manifestaciones y concentraciones de protesta, al considerar que el colectivo está perdiendo poder adquisitivo.

Las movilizaciones han sido más constantes desde comienzos de año al considerar los pensionistas «ridícula» la subida del 0,25%, cuando el IPC acabó el año 2017 en el 1,2%. Según han manifestado en las protestas, esta revalorización de las pensiones ha supuesto dos euros al mes, en el mejor de los casos, por lo que reclaman la derogación de esta reforma. También los sindicatos, que piden, asimismo, la supresión de la reforma laboral de 2012.

El Gobierno ha anunciado una subida del 1,6% de las pensiones para este año y el siguiente y la mejora de las prestaciones mínimas. Unas medidas que, tras un pacto con el PNV, se incluirán en los Presupuestos, que ayer se debatían en el Congreso. No obstante, estos anuncios son considerados «un parche para intentar acallar las protestas en la calle», según inciden los sindicatos y los pensionistas, quienes exigen que las prestaciones vuelvan a actualizarse con la evolución de los precios.

Las jubiladas cobran menos

Por otra parte, las diferencias en las cuantías de las retribuciones que existen durante la vida laboral, también tienen su reflejo a la hora del retiro. De acuerdo con los datos del INSS, el pasado año la pensión que percibieron los nuevos jubilados-hombres alcanzaba los 1.320,97 euros al mes de media en el año, mientras que la de las jubiladas-mujeres fue de 999,06 euros mensuales de media anual. Es decir, 321,91 euros menos.

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