«No hay ningún cambio previsto en cuanto al domicilio social. El mensaje sigue siendo válido». Así de rotundos se mostraban ayer desde el Banco Sabadell al ser preguntados por la posibilidad de que la entidad se plantee devolver su sede social a Cataluña, una vez que, al menos sobre el papel, se ha recuperado la normalidad institucional en esta comunidad, con el nombramiento de Quim Torra como nuevo presidente de la Generalitat.

De esta forma, el banco se remitió a los planteamientos ya expresados por sus máximos responsables anteriormente, entre ellos, el de su propio presidente, Josep Oliu, que ya ha dejado claro en reiteradas ocasiones que el traslado del domicilio social y fiscal a Alicante «no tiene fecha de caducidad», como dijo antes del primer consejo de administración celebrado en la provincia.

Al respecto, tanto Oliu, como el consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, han señalado en diversas ocasiones que el cambio se debió a una situación excepcional, que obligó a la entidad a tomar la decisión para proteger los intereses de sus accionistas, empleados y clientes, y que, mientras no haya otro motivo de peso similar, no volverán a trasladarse.

Un banco internacionalizado

Además, los ejecutivos también han apuntado reiteradamente que la distribución de pesos dentro del banco, con el domicilio social en Alicante -la provincia donde más implantación tiene-, la sede histórica en Barcelona, y el gabinete de presidencia en Madrid -donde también se trasladó el pasado invierno- reflejan mejor su realidad de un banco de implantación estatal y cada vez más internacionalizado.

Así, Oliu señaló que no se siente «exiliado» por tener su sede social en Alicante, al contrario, ha dejado claro que se siente «muy cómodo» en la ciudad, donde el banco ya ha celebrado su última junta general de accionistas. Además, también han apuntado numerosas veces la efectividad de la medida, que logró atajar y revertir la salida de depósitos que se produjo en las entidades catalanas tras la celebración del referéndum de independencia, ante el temor a que pudiera quedar fuera la eurozona.