Es un caso real ocurrido la semana pasada. La propietaria de un piso en la zona de Míriam Blasco de Alicante decide poner un anuncio para alquilar el inmueble después de que el anterior inquilino le haya comunicado que se marcha. Pide 650 euros y antes del mediodía ya ha recibido más de una docena de llamadas de posibles interesados sin que apenas le haya dado de tiempo a reaccionar. Es lo que se conoce como alquileres inmediatos o ultrarrápidos, un fenómeno cada vez más extendido en las grandes ciudades ante la creciente escasez de viviendas en condiciones y que obliga a quienes buscan casa a vivir pendientes de las webs y las aplicaciones de los portales especializados.
En el caso concreto de Alicante, prácticamente uno de cada seis pisos -el 17%, para ser exactos- dura menos de 48 horas en el mercado, dos puntos más que la media nacional, según los datos de Idealista. Una cifra que indica que, a pesar de que cada vez más propietarios se animan a poner en alquiler las viviendas que tienen vacías, el parque total sigue siendo insuficiente o no se ajusta a lo que demandan los posibles inquilinos.
En este sentido, desde el citado portal señalan que las claves para que un piso «vuele» está en la ubicación, el estado de conservación y, sobre todo, en que el precio se ajuste a las dos condiciones anteriores y al nivel de vida de la ciudad. En Alicante, por ejemplo, el 40% de las viviendas que desaparecen del mercado en menos de 48 horas tienen una renta de entre 301 y 500 euros y otro 40% entre esa cifra y 750 euros. Por encima de esa cantidad, ninguna propiedad logra colocarse tan rápido, lo que apunta a que esos 750 euros serían la barrera psicológica que se marcan la mayoría de inquilinos.
Igualmente, las dimensiones más solicitadas son pisos de entre 60 y 80 metros cuadrados -suponen el 50% de los alquileres inmediatos de la ciudad- frente a apenas un 10% que acepta pisos más pequeños.
No obstante, está por ver cuánto duran estas referencias si la demanda sigue en aumento y la oferta no cubre las necesidades existentes, como ocurre ahora, lo que ya está tirando al alza de los precios de forma notable. Así, también según los datos de Idealista, en el último año el alquiler medio de un piso en la provincia se ha encarecido un 10,8%, al pasar de 6,1 a 6,7 euros por metro cuadrado. Las localidades de Dénia y Santa Pola son las que se anotan las mayores subidas -con u 12,3% y un 12,1%- pero las cifras también son significativas en las dos grandes urbes de la demarcación. En Alicante las rentas han subido un 6,2% entre marzo de 2017 y el mismo mes de 2018, y en Elche lo han hecho un 7,8%. Claro, que se trata de medias ya que en los barrios con más demanda estas cifras se disparan.
Las provincias con más demanda
En cuanto al resto del país, la situación difiere mucho de unas zonas a otras. Así, Pamplona es la ciudad española donde más rápido desaparecen las viviendas de alquiler, con un 36% de pisos que no dura ni dos días en el mercado. En Santa Cruz de Tenerife son el 28%; en San Sebastián, un 23%; en Burgos, un 23%; y en Girona, un 22%. En Barcelona son un 20% los pisos que se arriendan casi inmediatamente y en Madrid rondan el 18%.
Por el contrario, en Zamora, Cuenca y Badajoz el fenómeno de los alquileres inmediatos es inexistente, mientras que en Ávila, Oviedo, Huelva o Albacete, no llegan al 5%.
