El actual ciclo económico de la eurozona puede haber alcanzado ya su punto máximo, aunque previsiblemente continuará el impulso de crecimiento, según señaló ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, añadiendo que aún es necesario un amplio grado de estímulo por parte de la política monetaria para que la inflación evolucione hacia el objetivo de estabilidad del banco central. «A pesar de los últimos indicadores económicos, que sugieren que el ciclo económico puede haber alcanzado su punto máximo, se espera que continúe el impulso de crecimiento», apuntó el banquero italiano en Washington, donde acudía a la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI).

En este sentido, el presidente del BCE reconoció que los últimos datos macroeconómicos de la zona euro han sido «más débiles de lo esperado», pero subrayó que los riesgos para las perspectivas de crecimiento permanecen en equilibrio y que las principales amenazas están relacionadas con factores globales, incluyendo el creciente proteccionismo.

«Este puede haber tenido ya algún efecto negativo sobre los indicadores globales de confianza», señaló Draghi, advirtiendo de que preservar un comercio «libre y abierto» apoyado sobre la cooperación multilateral «es crucial» para promover un entorno económico global favorable.