Iberdrola invirtió el año pasado 186 millones de euros en la Comunidad Valenciana en la mejora de sus redes de distribución y generación de energía eléctrica. La empresa está a punto de completar la renovación de todo el parque de contadores tradicionales por inteligentes y prepara la puesta en marcha de la subestación de Aqua. El impacto económico de la actividad del grupo energético en las tres provincias es de 852 millones de euros. La firma realizó compras por valor de 264 millones de euros a más de 800 empresas valencianas.

El impacto fiscal de la actividad económica que la compañía ha llevado a cabo en la Comunidad Valenciana fue de 284 millones de euros, los salarios y otras retribuciones alcanzaron la cifra de 118 millones de euros y la plantilla ya asciende a cerca 1.850 personas.

La compañía que preside Ignacio Galán destacó que la Comunidad es una de las autonomías que ha aportado más proveedores a lo largo del pasado ejercicio. Entre los contratistas de la compañía más activos figuran empresas como Power Electronics, Siel, Ibérica de Aparellajes, GD Energy Services, Blue Gold Desalación y Jainser.

Iberdrola tiene previsto culminar este año el desarrollo del proyecto de implantación de las redes inteligentes en la Comunidad. El despliegue ha supuesto ya la reforma de alrededor de 18.000 centros de transformación y la sustitución de más de 3,3 millones de contadores tradicionales por los nuevos equipos dotados de telegestión a clientes con una potencia contratada igual o inferior a 15 kilovotios (kV). La cifra supone la práctica totalidad de todo el parque de contadores de Iberdrola en la Comunidad (el 99,4 %). La compañía destacó que el proyecto ha permitido la modernización de la infraestructura eléctrica de Iberdrola y ha impulsado «la economía a través de contratos con empresas locales y una mayor contratación de personal cualificado».

En el área de distribución, la firma tiene previsto que entren en funcionamiento las subestaciones de Aqua y la de Bastá (Castalla).

Iberdrola cuenta en la autonomía con 33.000 accionistas, que poseen cerca de 111.109.866 títulos. La compañía a repartir a sus accionistas valencianos una retribución con cargo a 2017 de cerca de 37 millones de euros.

Además, la firma ha finalizado el proyecto europeo de I+D CO2Formare que ha demostrado que es posible utilizar el CO2 de las plantas térmicas como sustituto del cloro para combatir los moluscos que ensucian los sistemas de refrigeración de las centrales energéticas.