No ha cumplido ni una década pero la sede que la Federación de Empresarios del Metal (Fempa) inauguró en el polígono de Agua Amarga de Alicante en junio de 2009 ya se ha quedado pequeña ante el aumento de la demanda de formación que ha registrado la entidad. Tanto es así, que la patronal presidida por Guillermo Moreno se ha visto casi obligada a reformar y reabrir sus antiguas instalaciones de la calle Virgen del Socorro de la capital provincial para incrementar su capacidad.

Una reapertura que esta misma tarde se encargará de bendecir el conseller de Economía, Rafael Climent, que asistirá a la reunión de la junta directiva que tendrá lugar en este centro, que contará con seis nuevas aulas -cuatro de ellas, homologadas- sobre una superficie total de 485 metros cuadrados, según indicó ayer a este diario el secretario general del Fempa, Luis Rodríguez. La Federación ha destinado 30.000 euros al proyecto.

Mientras que los cursos de formación se convirtieron en una auténtico quebradero de cabeza para muchas organizaciones empresariales, Fempa ha encontrado en esta actividad una de sus mayores fortalezas ante la necesidad constante de las empresas de adaptarse a los avances tecnológicos y las novedades normativas, pero también ante el notable incremento de la mano de obra cualificada que se está registrando con la recuperación económica. Sobre todo si se tiene en cuenta que la nueva industria que emerge en la provincia reclama cada vez más operarios con conocimientos de mecatrónica, robótica, electrónica o nociones de programación, entre otros conocimientos,y cada vez menos obreros tradicionales.

De esta forma, durante el presente curso ya serán unos 7.000 alumnos los que pasarán por alguno de los programas de Fempa y para el próximo año la federación prevé incrementarlos entre un 20% y un 25%, según los cálculos de la responsable del área en la patronal sectorial alicantina, Lucía Moltó. La mayor parte de ellos son alumnos de los cursos que permiten obtener los certificados de profesionalidad en los distintos subsectores que forman parte del ámbito de actuación de Fempa -desde las empresas de telecomunicaciones a los talleres de automoción, pasando por los ascensoristas, las firmas de instalaciones, las compañías de energía y agua, o las de nuevas tecnologías- y muchos son trabajadores en activo que aprovechan para reciclarse. De hecho, la entidad lidera a nivel estatal uno de los programas que el Sepe tiene en este sentido

Otro de los cursos más demandados es el que permite la obtención de la Tarjeta Profesional del Metal o la especializada en el sector de la construcción, que acredita que los trabajadores disponen de la formación necesaria en materia de prevención de riesgos.

Además, Fempa también ha recuperado este curso las formación ocupacional para desempleados que subvenciona el Servef, después de que el organismo público se la negara en 2016 al considerar que la entidad no había cumplido la normativa, una decisión que ahora se discute en los tribunales.

A todo ello hay que sumar los ciclos de grado medio y superior de Formación Profesional privada que también imparte la federación y que cuentan con unos 130 alumnos en materias como eficiencia energética, automoción, administración y finanzas, gestión de ventas y espacios comerciales o desarrollo de aplicaciones multiplataforma. Unos ciclos que logran un grado de inserción laboral superior al 80%, según Fempa.