A pesar de los esfuerzos de la Administración por cambiar el modelo económico y fomentar sectores como la industria o las nuevas tecnologías, los datos de marzo dejan claro que quien marca la evolución del mercado laboral alicantino sigue siendo el turismo. Y de una forma abrumadora. De acuerdo con el balance publicado ayer por el Ministerio de Empleo, hasta la mitad de los 9.856 puestos de trabajo que se crearon en la provincia durante el pasado mes se concentraron única y exclusivamente en la hostelería, todo un indicativo del peso de esta actividad.

Así, la celebración de la Semana Santa fue clave para que el paro continuara con la senda descendente que retomó el pasado mes de febrero, tras el repunte experimentado en el arranque del año. El número de parados inscritos en las oficinas del Servef se redujo en 4.840 personas -la segunda mayor caída de todo el país, sólo por detrás de la registrada en Baleares, donde el paro bajó en 5.650 personas-, lo que redujo la cifra total de desocupados hasta los 154.828. De hecho, el desempleo sólo aumentó entre el colectivo de quienes buscan su primer trabajo.

Las cifras de afiliación a la Seguridad Social fueron aún mejores, con el citado incremento de 9.856 cotizantes, que sitúa el total de ocupados en 633.140, la mayor para este periodo desde el año 2008. En este sentido, hay que tener en cuenta que no todos los parados ni las personas que buscan empleo están dados de alta en el Servef -muchos dejan de renovar la inscripción tras agotar las prestaciones-, de ahí que el número de nuevos ocupados sea mucho mayor que el descenso del paro registrado.

Un sector hegemónico

De este total de nuevos puestos de trabajo, hasta 4.687 -el 47,5%- se crearon en la hostelería, que se convirtió así el principal motor del empleo, con mucha diferencia sobre el resto. Por si fuera poco, el segundo generador de empleo fue el comercio -con 1.233 cotizantes más-, que también se beneficia de la llegada de visitantes. En tercer lugar se situaron las actividades administrativas -que agrupan desde asesorías hasta despachos de abogados, arquitectos y todo tipo de profesiones liberales-, con 785 ocupados más; y, por detrás de ellas, la construcción, con 641 nuevos cotizantes, según los datos oficiales. En cambio, la sanidad, las actividades científicas o el sector de la información y las comunicaciones sólo experimentaron subidas testimoniales, mientras que la industria manufacturera experimentó un ligero retroceso de 657 cotizantes.

También cabe destacar que hasta 1.341 de los nuevos ocupados de la provincia son autónomos, un colectivo que ya suma 127.541 personas en Alicante.

Como es lógico, con estos datos los dos sindicatos mayoritarios -UGT y CC OO- coincidieron en criticar la excesiva dependencia de la provincia del ciclo turístico y de sus vaivenes, que da lugar a un empleo precario y de muy corta duración. Así, aunque los datos muestran un notable incremento de casi un 9% en la contratación indefinida en comparación con las cifras del año pasado, lo cierto es que sobre el total de contratos registrados en el primer trimestre, sólo el 12,6% fueron para empleos fijos.

«El empleo se recupera a una velocidad muy lenta y en unas condiciones tan precarias que no permiten considerar esta situación como una salida de la crisis sino, más bien, un cambio de modelo de empleo: transforman el empleo para sostener sobre él la recuperación de los beneficios empresariales», apunta José María Ruiz Olmos, desde CC OO. Por su parte, la secretaria de Política Social de UGT, Yolanda Díaz, pone de relieve que «la precariedad también se está extendiendo entre las personas que se encuentran en desempleo» ya que el 50,95% de los parados inscritos en el Servef ya no recibe ningún tipo de prestación y la mayoría de los que cobran solo reciben el subsidio.