Baleària anunció ayer que ha rescindido el contrato que suscribió en enero de 2016 con el astillero vizcaíno Construcciones Navales del Norte (LaNaval) para la construcción del primer ferry de pasaje propulsado por gas natural licuado del Mediterráneo. La naviera, con sede en Dénia, ha roto su vínculo con el astillero al encontrarse éste en concurso de acreedores desde octubre de 2017.

«Nos venían pidiendo una prórroga del contrato y hemos aguantado, intentado colaborar con la esperanza de que se reflotase. Pero no ha sido posible», dijo ayer el presidente de Baleària, Adolfo Utor. La naviera tenía previsto que el buque comenzará a operar en las líneas de Baleares de la empresa marítima durante 2019, en una apuesta por el uso del gas licuado y la energía solar como fuentes energéticas. En la construcción, la compañía tenía previsto invertir 175 millones de euros y contemplaba la opción de construir un segundo buque gemelo. El barco iba a ser uno de los ferris de mayor tamaño del mundo, con una eslora de 232,2 metros y una manga de 30,4, según la compañía marítima, y con capacidad para unos 1.600 pasajeros, con 3.300 metros lineales de carga, capacidad para 350 vehículos y paneles fotovoltaicos para alimentar todos los servicios a bordo.