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Salvador Navarro: «La CEV no pretende quitarle la voz a Alicante»

A sólo unos días de la asamblea que consolidará su nueva estructura autonómica, el empresario valenciano insiste en que el suyo es un proyecto integrador, «de Comunidad»

Salvador Navarro: «La CEV no pretende quitarle la voz a Alicante»

Tras más de un año de trabajo desde que anunciara su intención de convertirse en la nueva patronal de la Comunidad, la CEV celebra el próximo jueves la asamblea electoral en la que consolidará su nueva estructura autonómica. Lo hará mediante la configuración de sus nuevos Consejos Empresariales, con los que pretende sustituir a las antiguas patronales provinciales. Su presidente, Salvador Navarro, hace balance de este proceso, que le ha llevado a recorrer la autonomía de cabo a rabo para captar asociados en Alicante y Castellón que avalen su nueva dimensión autonómica.

El próximo jueves concluye el proceso de transformación de la CEV tras más de un año de trabajo, ¿está satisfecho con el resultado?

Después de este tiempo y de lo que ha ocurrido con las otras patronales provinciales [se refiere a la quiebra de Coepa y la CEC castellonense], creo que es para estar muy satisfecho. En muchas ocasiones digo que la CEV es un proyecto de futuro pero también de pasado, porque supimos cambiar a tiempo. Dejamos de ejecutar formación, de tener esa dependencia de los fondos públicos... Si hace seis años no hubiéramos cambiado eso, igual estaríamos como el resto de patronales provinciales o como la anterior autonómica [Cierval]. Y luego hemos salido a la calle a vendernos y la prueba de que lo hemos hecho es que, a fecha de hoy, tenemos un mapa representativo de en torno a 540 asociaciones, 106 empresas y sumando. Por tanto, estoy plenamente satisfecho.

En el caso concreto de Alicante, tienen ustedes 18 asociaciones y 6 empresas afiliadas, ¿considera que este conjunto es suficientemente representativo del empresariado de la provincia?

Desde el principio hemos tenido al turismo, el metal, el pequeño comercio, el calzado... Yo creo que es ampliamente representativo de lo que es el tejido productivo de la provincia de Alicante. Quedan algunas pero también entendemos que, una vez que ha caído Coepa, el proceso va a ser algo más rápido de lo que ha sido en este año. ¿Por qué? Porque mientras ha estado viva Coepa, por una cuestión de imagen y una cuestión de sentimiento, que es lógica, había asociaciones que no querían tener un compromiso con la CEV. Salvado ese escollo, creemos que irá más rápido. De hecho, seguimos sumando asociaciones y estamos en contacto con otras. Por ejemplo, ahora estamos hablando con las asociaciones que tienen su sede en la calle Orense, 10 [la antigua sede de Coepa] porque tenemos el compromiso de que puedan seguir allí, siempre y cuando se asocien a la CEV.

Por lo que dice, entiendo que desde la CEOE, que es la titular del inmueble, les han confirmado que les van a asignar el uso del antiguo local de Coepa.

Sí. No sé la fecha exacta pero es así y estamos hablando con estas asociaciones porque nuestra idea es, al igual que hacemos en Valencia, que la sede sea centro de asociaciones, porque creo que es importante dar vida a estos edificios.

El problema es que habrá asociaciones que no querrán unirse a ustedes.

Pero es una cuestión clara de lo que dice la legislación. Yo no puedo ceder espacio a alguien que no sea asociado.

Comentaba usted que han conseguido muchos socios pero también se han quedado fuera sectores muy importantes como la hostelería, los promotores, los constructores de obra pública, el transporte o los agricultores, que han decidido integrarse en una nueva patronal alicantina, Uepal. ¿Cómo ve usted a la competencia?

Nosotros tenemos el proyecto ya encaminado, el 22 de marzo cerramos la asamblea y creo que es cuestión de tiempo. Poco a poco las asociaciones se irán sumando al proyecto que vean más lógico y con más futuro. Éste es un proyecto voluntario, no se trata de forzar a nadie.

¿Ve alguna posibilidad de acercamiento?

No es que lo diga yo, es que lo dice la otra parte, directamente. Yo no he contactado ni han contactado conmigo. Pero sí que tengo la obligación de contactar con todas las asociaciones que están en Uepal para trasladarles personalmente el proyecto, y eso sí que lo voy a hacer.

¿Va a intentar robarle socios?

No es robar, pero sí voy a contactar con ellos. De hecho, ya lo estoy haciendo. Creo que tengo la obligación de que las asociaciones escuchen también la otra versión, que éste es un proyecto que, desde luego, no pretende quitarle la voz a Alicante, no quiere quitarle representación, sino todo lo contrario. Se trata de dar voz a Alicante porque los problemas de Alicante interesan a toda la Comunidad Valenciana, y mucho. Éste no es un proyecto en el que Salvador Navarro decide qué presidente tienen que poner por parte de Alicante, no es un proyecto en el que Valencia va a decidir cosas de Alicante y de Castellón. Este es un proyecto de Comunidad.

Dice que va a contactar con las asociaciones pero no con la propia Uepal, ¿por qué?

No, de hecho no puedo contactar con ellos, no puedo contactar con alguien que pretende ser lo mismo que yo.

Dos patronales

¿Ve posible que coexistan dos patronales? El conseller el otro día dijo que no veía problema pero me gustaría saber su opinión.

Yo veo difícil que en el entorno de CEOE-Cepyme admitan que en una comunidad autónoma haya dos patronales. Eso no existe en ninguna comunidad, por tanto, mi referencia no es tanto la Conselleria, sino lo que dicen los sindicatos y lo que dice la CEOE. Y ahí veo un problema de interlocución. Como empresarios que somos, permitimos la libertad de asociación. En la CEV pueden estar los empresarios que quieran, y si algunas asociaciones quieren estar también en Uepal, nosotros eso lo admitimos. Pero también tengo que decir que estar en dos asociaciones con competencia autonómica, no deja de ser un problema de representación. En el momento en que empecemos a designar todos los cargos que nos corresponden por ser la patronal más representativa de la Comunidad , yo voy a contar con las asociaciones que estén sólo en la CEV. Las asociaciones que estén en dos confederaciones no van a poder ser nuestros representantes en las instituciones porque entonces, automáticamente, la representatividad que yo le daría a esa persona, ella se la estaría dando a la otra confederación. Esto sí que es un tema a tener en cuenta.

Entonces es como si no permitiera usted la doble asociación.

No, la asociación sí la permito. Pero lo que no voy a hacer es, a la hora de representar en un organismo público, no le voy a dar la representatividad a una asociación que, a la vez, está en otra confederación.

¿Por qué han fracasado todos los intentos de mediación?

Bueno, nosotros tenemos nuestro proyecto y Coepa tenía el suyo, que defendió hasta el último momento. Creo que lo lógico por parte de los empresarios que están en Uepal hubiera sido que, una vez liquidada Coepa, hubieran dicho: «veamos este proyecto». ¿Que alguien ha liderado para que fuera lo contrario? Indudablemente. Y también tengo que decir una cosa: a Coepa no la liquida el Consell -y no seré yo quien defienda al Consell-, se liquida por una denuncia de Cepyme Alicante que obliga al Consell a actuar de oficio. Creo que eso hay que dejarlo claro.

Recientemente la Inspección de Trabajo ha emitido un informe en el que considera que la CEV formaba un grupo empresarial con Cierval, Coepa y la CEC, lo que le obligaría a responder de las deudas de estas organizaciones. ¿cómo afectará eso a las cuentas de la CEV?

Bueno, primero habrá que esperar a que se sepa porque no tenemos conocimiento de la parte económica. Lo que dice el informe, que no es vinculante y lo pide el Fogasa, es que no existe sucesión de empresas, que es importante, y que hay grupo de empresas. Pero es que, por ese misma regla de tres, grupo de empresas también es CEOE y Cepyme. Dicho esto, lo que nos trasladan nuestros servicios jurídicos es tranquilidad y quien tiene que dictaminar es el juez. Hasta ese momento, el resto son hipótesis.

En el caso de tener que pagar las deudas de Cierval, Coepa y la CEC, ¿estarían ustedes en disposición de pagarlas?

Primero hay que evaluarlas.

¿Qué atribuciones tendrán exactamente los Consejos Empresariales provinciales que se constituyen el jueves?

Ese consejo empresarial no deja de ser una junta directiva y como junta directiva será la que se posicione en los temas que afecten a la provincia de Alicante y también en los de Comunidad Valenciana, vía junta directiva de la autonómica. Y tendrá total independencia para decidir. Lo único que no tiene es una estructura jurídica con un NIF propio pero tiene toda la representatividad. Y desde aquí también lanzo un mensaje que creo es importante. Si el problema es que la marca CEV ha persistido cuando no lo han hecho las demás, ése no va a ser el problema. Cuando estemos todos en la asamblea, si es necesario el cambio de marca para dar tranquilidad a las provincias, lo haré.

No sé si tienen ya alguna lista de prioridades de actuación en la provincia.

Sin duda, el problema hídrico debe ser una de ellas y, en materia de infraestructuras, ya redactamos, conjuntamente con las asociaciones de Alicante y Castellón, un informe en el que proponíamos las inversiones necesarias para los próximos diez años. En Alicante hay que apostar por el eje Alicante-Elche, donde esta la feria y está la EUIPO, y es importante luchar por la conexión ferroviaria del aeropuerto, el intercambiador de mercancías de la Vega Baja o por el tren de la costa.

En otro orden de cosas, ¿la CEV va a apoyar a Juan Riera para presidir la Cámara de Alicante?

Siempre he dicho lo mismo: las Cámaras son corporaciones de derecho público, que tienen el tutelaje de la Administración y son entidades importantes en temas de internacionalización. Y sabiendo eso y manteniendo una línea de transparencia, la CEV nunca ha chocado con la Cámara de Valencia. Por tanto, estas guerras que han ocurrido entre las patronales es absurdo que se trasladen a las Cámaras y nosotros apoyaremos al candidato que hay, que es Juan Riera.

Hace un año me comentaba usted que creía que había llegado el momento de subir los salarios para estimular la economía, no parece que las empresas le haya hecho mucho caso. ¿Sigue pensando que deben subir?

Sí, lo mantengo. De hecho estuvimos entre los que apoyaron la propuesta que hizo CEOE de subir el salario mínimo, que tanta polvareda levantó en la junta directiva de la patronal. Y las empresas sí están subiendo los salarios.

«Justicia» salarial

Los datos oficiales no dicen lo mismo, las subidas son muy bajas.

Puede que sea cierto que el dato global suba poco... En cualquier caso, sí, soy partidario de subidas, es el momento. También es verdad que hay un 42% de las empresas que siguen en pérdidas, generalizar es siempre complicado, pero estoy seguro de que las empresas que ya ganan dinero están trasladando también esa parte. Yo creo que es sano y, sobre todo, desde el punto de vista empresarial, además, es justo.

¿Qué medidas proponen desde la CEV para acabar con la precariedad que, creo que todo el mundo coincide, es la mayor lacra que hay ahora en el mercado laboral?

Lacras hay dos: la precariedad y el fraude laboral y fiscal. Y para combatirlas tenemos una herramienta fundamental, que es la concertación social, y eso tiene que venir desde arriba. Esto no es una cuestión sólo de la Comunidad Valenciana, sino a nivel nacional. Por eso son importantes los acuerdos entre los sindicatos y la patronal nacional porque de ahí se derivan el resto. En la cuestión de la precariedad laboral, indudablemente, lo que ha sucedido estos años en las empresas es que se han tenido que adaptar a la caída del mercado y la reforma laboral, aunque algunos la critiquen, ha venido bien porque ha permitido ajustar la plantilla en función de la caída de ingresos. Pero, bueno, ciertamente yo soy de los que dicen que la crisis no se acabará mientras haya paro y precariedad laboral. Tenemos que cerrar esa brecha social que se ha creado.

Su participación en la manifestación para reclamar más financiación para la Comunidad le valió muchas críticas y un enfrentamiento con el PP, ¿se arrepiente?

Muchas críticas no, sólo una. No, no me arrepiento, lo volvería a repetir. Primero, porque como empresarios y parte de la sociedad civil tenemos la obligación de defender los intereses de la Comunidad Valenciana en su conjunto. Y, segundo, fue una manifestación completamente cívica, a pesar de los agoreros que decían que iba a haber fuerzas extrañas y pancatalanistas y carteles boca abajo. Yo no vi ningún cartel boca abajo ni banderas que no son las nuestras. Mire, personas ya con cierta edad y experiencia que participaron en la manifestación se sorprendieron gratamente de que, al paso de la pancarta de los empresarios, la gente les aplaudía.

Lo que no parece es que haya tenido mucho efecto, seguimos con el mismo problema de infrafinanciación y no nos acaban de hacer caso.

Hay que seguir trabajando. Nosotros seguimos estando en la llamada Mesa de la Financiación y tenemos varias actuaciones previstas. En abril iremos a ver a los diputados valencianos en Madrid, a todos; también vamos a contactar con alguna autonomía como Baleares o Andalucía, con sus sindicatos y sus patronales. Pero, sí, aún estoy esperando la reunión que pedimos con Montoro en septiembre. Tenemos un problema de visibilidad o de omisión con respecto a Madrid. Pero es un problema nuestro, no es que Madrid no nos quiera. Lo que nos falta es una estrategia de estar en Madrid posicionados, por eso es importante disponer de una patronal independiente económicamente. Y para eso son necesarios todos los empresarios, también los de Alicante y los de Castellón.

¿No nos hemos sabido reivindicar bien, por decirlo así?

No, creo que no. Lo importante es empezar a movernos en una estrategia que sea menos explosiva que hasta ahora. Es decir, no podemos plantear un gran acto, una manifestación y ya. No, aquí hay que hacer un trabajo constante, hay que trabajarse Madrid, hay trabajar los medios de comunicación, la clase política de Madrid y también trabajar con los empresarios del resto de España.

Póngale nota al Consell.

Creo que este Consell ha hecho algo muy positivo, que es cambiar la imagen reputacional de la Comunidad. Volviendo a CEOE, hace años ibas allí encogido porque era como si fueras corrupto por el simple hecho de ser valenciano, teníamos esa mala imagen todos y creo que este Consell lo ha cambiado. Ahí le doy una nota alta. Aparte de eso, mi nota es que hay más carga ideológica que gestión y eso en un Gobierno con nuestros problemas... Un gobierno, por ejemplo, que no llega a final de año porque los presupuestos no los tiene con superávit pero que no quiere descargar más en la colaboración público-privada. Esta Administración tiene mucho miedo a la empresa privada y nosotros lo hemos dicho siempre, con control, con seguimiento, con evaluación y con transparencia lo público no tiene nada que temer a lo privado. También hablo de Puerto Mediterráneo, de alguna cementera o el SDDR [el sistema de recogida de envases que quiere aplicar el Consell y que rechazan los empresarios]. En ocasiones ha sido claramente una carga ideológica.

Reindustrialización

¿Y la gestión concreta de la Conselleria de Economía?

Si hay que ponerle nota a la Conselleria de Economía, creo que en el tema de los horarios comerciales, guste más o guste menos, ha conseguido un acuerdo del propio sector y esto es muy importante. Creo que no había pasado nunca, que el propio sector se haya autorregulado cediendo unos y otros es un punto a favor. Ahora lo que tenemos que trabajar es el tema industrial y lo estamos haciendo a través del Observatorio de la Industria.

¿Está funcionando esa política de reindustrialización?

El objetivo era el 20% en el año 2020 y estamos cerca ya. Ahí sí que está dando resultados pero en muchas ocasiones, por mucho que tú quieras hacer algo como Gobierno, es el mercado el que manda. Por suerte, creo que la reflexión que hemos hecho es que ese cambio de modelo productivo es necesario. Tenemos que cambiar hacia empresas mejor posicionadas socialmente y la industria suele innovar más y tener mejores salarios.

El conseller de Economía expresaba su temor a que se esté gestando una nueva burbuja inmobiliaria, ¿lo comparte?

Es precipitado hablar ya de nueva burbuja inmobiliaria. La construcción es importante, y más en un territorio donde tenemos el clima que tenemos, afortunadamente, que tanto valoran los ciudadanos de otros países. Es un motor económico y, además, está innovando e incorporando nuevas tecnologías. Siendo todos comedidos -y creo que los bancos han aprendido y los ciudadanos también-, hablar de una nueva burbuja me parece excesivo.

«Me impresionó la movilización del 8 de marzo. Tenemos un problema como sociedad»

Acabamos de vivir unas movilizaciones históricas en defensa de los derechos de la mujer. ¿Va usted a impulsar medidas de paridad en la CEV?

Lo primero que tengo que decir es que ojalá hubiéramos tenido esa movilización en la manifestación por la financiación de la Comunidad, el 18 de noviembre. No fuimos ágiles, nos faltaron muchas mujeres. Sobre las protestas del 8 de marzo, estuve ese día cerca, por la calle de La Paz de Valencia, y me impresionó. Para mí significa que tenemos un problema como sociedad y creo que, como confederación empresarial, debemos tener un compromiso para tratar de resolverlo. No será la primera vez que diga que ojalá a mí me suceda una mujer y hay que trabajar para que sea así. De hecho, en nuestros estatutos consta el compromiso de ir incorporando a la mujer y darle visibilidad. Pero hay que trabajarlo, como digo, porque las vocalías no las pongo yo, las ponen los sectores y yo no tengo capacidad de mover eso. De momento, ya hemos hecho un acuerdo con la Asociación de Empresarias y Profesionales de Valencia y vamos a hacer otro con las de Alicante para, conjuntamente, ir aflorando más perfiles de mujeres.

¿Van a fijar alguna cuota en la junta directiva o el comité?

No, porque es literalmente imposible a fecha de hoy. ¿Qué estamos haciendo? Pues estamos pidiendo a los sectores que rasquen un poco y pongan a mujeres en la junta directiva. Creo que acabaremos en el 25%. Del comité ejecutivo aún es pronto para hablar -se elige en mayo- pero me gustaría que, de las hasta nueve vicepresidencias que puede haber, al menos un tercio sean mujeres.

Las plataformas feministas reclaman, entre otras cosas, que se sancione a las empresas donde se detecte que hay una brecha salarial entre hombres y mujeres, ¿sería partidario de este tipo de medidas?

Esto donde hay que recogerlo es en el convenio y donde hay que trabajarlo es en la mesa de negociación, conjuntamente con los sindicatos. Yo creo que es una apuesta que tenemos que hacer e invertir tiempo y esfuerzo en solucionar todos estos problemas.

¿Pero qué opina de imponer sanciones?

Yo no soy partidario, ni en esto ni en nada.

¿Y de imponer cuotas en las direcciones o en los consejos de administración?

Eso sería problemático. Hay que contar con la valía de la persona. Lo de las cuotas se podría aplicar en determinados foros públicos pero usted no puede entrometerse en una actuación privada.

¿Qué tipo de medidas propone usted, entonces?

Pero sí es que ya lo tenemos. La mejor herramienta que tenemos es la negociación colectiva.

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